lunes, 30 de agosto de 2010

Los ríos caudalosos de Beni se secan y 800 comunidades sufren

Histórico: El 100 por ciento de los afluentes entró en una crisis hídrica debido a la falta de lluvias. Esto, sumado al frío polar del mes pasado y los incendios del presente, hacen pensar a los pobladores en una “plaga apocalíptica”.

Roberto Navia / El Deber.- Los ríos colosos de Beni sufren una metamorfosis histórica. Esos gigantes de agua hoy están convertidos en arroyos tímidos, y en los puertos donde anclaban barcos de alto tonelaje quedan sólo arena o caballos que aprovechan el pasto que nació con la poca humedad de esos suelos.

Quienes se atreven a zarpar por esas delgadas líneas de agua que todavía quedan, lo hacen a sabiendas de que en el viaje, a media carga, se toparán con murallas de arena y cachuelas de piedras que harán encallar la embarcación, que no podrán llegar hasta las puertas de los pueblos y que deberán bajar el equipaje a los pies de los barrancos para buscar un motorizado que vaya por caminos de tierra o sendas de herradura.

Ese panorama gris tiene un culpable: la sequía. “El 100 por ciento de los ríos de Beni entró en crisis hídrica por falta de lluvias en las cuencas alta, media y baja”, confirma Luis Antonio Philips, hidrólogo de profesión y director del Sistema de Alerta Temprana y de la Gestión de Riesgo de la Gobernación de Beni.

En palabras sencillas, lo que él quiere decir es que los cerca de 50 ríos y afluentes de agua que hay en Beni —16 de ellos navegables— se están secando y que hay zonas, incluso en el mismo gigante Mamoré, con profundidades de apenas 80 centímetros.

Este fenómeno supera todos los récords históricos e incluso el promedio de déficit de agua de los anteriores 10 años, que no bajaba del metro de profundidad, tanto en el río Ichilo como en el Mamorecillo, Mamoré, Iténez, Blanco, Yacuma, entre otros. Todos ellos hoy están afectados por la sequía.

Los efectos de la falta de lluvias ya están a la vista: hay 800 comunidades, donde viven más de 400.000 personas asentadas en los ríos navegables y otros afluentes de la amazonia, cuya vida social, económica y cultural fluye al ritmo de las actividades de la navegación.

La Agencia Regional Trans Naval reveló que los volúmenes de envío de gasolina, diésel y jet fuel a Guayaramerín y a otros destinos —para mover todo el aparato productivo y energético de Beni y Pando— bajaron en un 50 por ciento porque las barcazas ya no pueden surcar los ríos con sus 450.000 litros de carga.

Llevar por tierra tal carga es inviable. El capitán de navío Amilcar Morales asegura que el transporte terrestre cuesta el doble y hasta el triple, y que para llevar los 350.000 litros de combustible que carga ahora una barcaza, se necesitan al menos 10 camiones cisternas y los caminos no garantizan un tráfico fluido.

Esos 800 pueblos que viven en las riberas de los ríos se abastecen de productos que llegan a través de las aguas, pero ahora que a los barcos ya no se los ve por el horizonte, ya empiezan a escasear y encarecerse productos comestibles.

El marinero Gary Villagómez, que pilota el barco Mari Luz, se vio obligado a anclar 20 kilómetros antes de Santa Ana de Yacuma porque las piedras le impidieron llegar hasta puerto Junín. Ahí improvisó un puerto y el dueño de la mercadería tardó tres días en hacer llegar la carga por tierra hasta Santa Ana.

Según Philips, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de Beni declaró en situación de emergencia al departamento, ya que los efectos climáticos están golpeando a varios municipios.

Amilcar Morales, ejecutivo del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (Semena), dice que para terminar con la sequía, debe llover ininterrumpidamente al menos 10 litros por metro cuadrado durante cinco días.

Pero el agua que caiga no será bendita, teme el hidrólogo Luis Antonio Philips, ya que arrastrará las cenizas que quedaron de los incendios forestales. Con ello, advierte, empezará un nuevo problema para esas 800 comunidades asentadas en las riberas, donde la vida de sus pobladores discurre en torno de las aguas de sus ríos.

Sequía, fuego y frío; funesto

Hay quienes creen que una plaga apocalíptica se apoderó de los que viven en la amazonia boliviana: el frío polar mató gran parte de los peces que viven en los cursos hídricos; después, los incendios forestales quemaron los cultivos de quienes viven en las zonas rurales, y los animales silvestres, con los que también se alimentaban, se internaron monte adentro escapando del fuego. Ahora, la falta de lluvia está secando los ríos, y con ello los campesinos pierden la libertad de locomoción porque el agua es para ellos el principal medio de transporte y de sobrevivencia.

En las comunidades del interior de Beni hay personas que predicen que si esto sigue así, en dos meses la gente va a empezar a desesperarse, porque para entonces las reservas de alimentos se habrán terminado. Años antes, cuando la sequía hacía de las suyas, quedaban los animales silvestres para saciar el hambre; ahora ya no los hay.

Hay agua de Beni contaminada

El Ministerio de Salud, distrital Beni, llegó a la conclusión de que al menos diez afluentes hídricos, entre ríos y lagunas de dicho departamento, sufren de alta contaminación bacteriológica y que no son aptas para el consumo humano. Así lo refleja el estudio científico sobre control y vigilancia de la calidad del agua de los ríos, de la Unidad de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria.

El documento fue concluido el 19 de agosto y los resultados, a decir de Luis Antonio Philips, director del Sistema de Alerta Temprana y de la gestión de riesgo de la Gobernación, es alarmante. Los datos revelan que ríos memorables como el Ibare y el Mamoré, y algunas lagunas donde las comunidades calman su sed, tienen altos índices de contaminación y que beber de ellos, sin un tratamiento previo, puede causar enfermedades.

Philips dice que debido a la mortandad de peces, los ríos se convirtieron en focos de infección, y es por eso que beber de sus aguas o bañarse en ellas puede ser muy peligroso para la salud. Pero a muchos de los pobladores no parece interesarles todo ello, igual beben y se bañan en los ríos.

Para destacar

YPFB guarda reservas de combustible en Guayaramerín, debido a la sequía que afecta a los ríos.

800 pueblos viven en las riberas de los grandes ríos benianos y se abastecen de todo lo que les llega a través de las aguas.

Navegar de noche es casi imposible, pues resulta muy peligroso al haber bajado tanto el nivel de las aguas de los ríos.

En pleno río hay piedras paralizadas, arena y barro. Incluso el Mamoré tiene zonas con 80 centímetros de profundidad.

domingo, 29 de agosto de 2010

Se secan ríos de Beni y 800 pueblos sufren pueblos sufren

Los ríos colosos de Beni sufren una metamorfosis histórica. Esos gigantes de agua hoy están convertidos en arroyos tímidos, y en los puertos donde anclaban barcos de alto tonelaje quedan sólo arena o caballos que aprovechan el pasto que nació con la poca humedad de esos suelos.


Quienes se atreven a zarpar por esas delgadas líneas de agua que todavía quedan lo hacen a sabiendas que en el viaje, a media carga, se toparán con murallas de arena y cachuelas de piedras que harán encallar la embarcación, que no podrán llegar hasta las puertas de los pueblos y que deberán bajar el equipaje a los pies de los barrancos para buscar un motorizado que vaya por caminos de tierra o sendas de herradura.


Ese panorama gris tiene un culpable: la sequía. “El 100% de los ríos de Beni entró en crisis hídrica por falta de lluvias en las cuencas alta, media y baja”, confirma Luis Antonio Philips, hidrólogo de profesión y director del Sistema de Alerta Temprana y de la Gestión de Riesgo de la Gobernación de Beni. En palabras sencillas, lo que él quiere decir es que los cerca de 50 ríos y afluentes de agua que hay en Beni -16 de ellos navegables- se están secando y que hay zonas, incluso en el mismo gigante Mamoré, con profundidades de apenas 80 centímetros, una miseria que impide incluso que las lanchas domésticas se lancen a las aguas sin temor a quedar atoradas en el trayecto.


Este fenómeno supera todos los récords históricos e incluso el promedio de déficit de agua de los últimos 10 años, que no bajaba del metro de profundidad, tanto en el río Ichilo como en el Mamorecillo, Mamoré, Chapare, Tijamuchí, Apere, Ibare, Iténez, Blanco, Yacuma, entre otros. Todos ellos hoy están afectados por la sequía.


Los efectos de la falta de lluvias ya están a la vista: hay 800 comunidades, donde viven más de 400.000 personas asentadas en los ríos navegables y otros afluentes de la Amazonia, cuya vida social, económica y cultural fluye al ritmo de las actividades de navegación y del nivel de las aguas. “Los ríos nos dan la vida, y la sequía ahora nos la está quitando”, se lamenta Eduardo Javier Suárez, un carpintero de barcos que el pasado martes estaba retocando una embarcación anclada en las arenas del río Abuná, donde a comienzos de año el agua estaba brava y profunda.


La Agencia Regional Trans Naval reveló que los volúmenes de envío de gasolina, diésel y jet fuel a Guayaramerín y a otros destinos -para mover todo el aparato productivo y energético de Beni y Pando- han disminuido un 50% porque las barcazas ya no pueden surcar los ríos con sus 450.000 litros de carga.


Llevar por tierra tal carga es inviable. El capitán de navío diplomado en altos estudios nacionales Amilcar Morales asegura que el transporte terrestre cuesta el doble y hasta el triple, y que para llevar los 350.000 litros de combustible que carga ahora una barcaza se necesitan por lo menos 10 camiones cisternas y los caminos de tierra no garantizan un tráfico fluido.


Pero YPFB tomó sus previsiones y ha venido guardando reservas en los tanques de Guayaramerín, asegura la Agencia Regional Trans Naval, adelantándose a una prolongación de la sequía. Desde esta oficina dicen que los barcos cada vez tendrán que ir con menos carga.
Esos 800 pueblos que viven en las riberas de los ríos se abastecen de productos que llegan a través de las aguas, pero ahora que a los barcos ya no se los ve por el horizonte y que sus puertos permanecen solitarios, ya empieza a sentirse una escasez de productos comestibles y un incremento en los precios de algunos de ellos. Fernando Galindo estaba la noche del martes con su cargamento de sal para ganado en el puerto Los Puentes -a 25 km de Trinidad- aguardando a que llegue el barco de Santa Ana de Yacuma que contrató para transportar dicha mercancía al interior de la Amazonia. “Me ha llegado la información de que la embarcación está encallada lejos de aquí”, dice con una voz triste, porque sabe que cada día que pasa le cuesta dinero mantenerse a los pies del Mamoré.


El marinero Gary Villagómez Justiniano, que pilota el barco Mari Luz, se vio obligado a anclar 20 km antes de Santa Ana de Yacuma porque un colchón de piedras le impidió llegar hasta el tradicional puerto Junín.


Ahí improvisó un puerto y el dueño de la mercadería tardó tres días en hacer llegar la carga por tierra hasta el centro de Santa Ana, donde viven 17.000 habitantes.
Según Philips, el viernes pasado el COE de Beni declaró en situación de emergencia al departamento, puesto que los efectos climatológicos están golpeando a varios municipios.


Pero por ahora devolver el agua a los ríos no está en manos del hombre. Amilcar Morales, el ejecutivo del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (Semena), dice que para terminar con la sequía debe llover ininterrumpidamente por lo menos 10 litros por metro cuadrado durante cinco días.
Pero el agua que caiga no será bendita, teme el hidrólogo Luis Antonio Philips, ya que arrastrará las cenizas que quedaron de los incendios forestales. Con ello, advierte, empezará un nuevo problema para esas 800 comunidades asentadas en las riberas, donde la vida de sus 400.000 habitantes fluye al ritmo de las actividades de navegación y del nivel de los ríos.

La sequía, el fuego y el frío: un cóctel funesto

Hay quienes creen que una plaga apocalíptica se ha apoderado de los que viven en la Amazonia boliviana: el frío polar mató gran parte de los peces que viven en los cursos hídricos, después, los incendios forestales quemaron los cultivos de quienes viven en las zonas rurales y los animales silvestres, con los que también se alimentaban, se internaron monte adentro escapando del fuego. Ahora, la falta de lluvia está secando los ríos y con ello los campesinos pierden la libertad de locomoción porque el agua es para ellos el principal medio de transporte y de sobrevivencia.
En las comunidades del interior de Beni hay personas que predicen que si esto sigue así en dos meses la gente va a empezar a desesperarse, porque para entonces todas las reservas de alimentos se habrán terminado.
Años antes, cuenta Adolfo Cardozo, cuando la sequía hacía de las suyas, quedaban los animales silvestres para saciar el hambre, pero ahora ya no hay ni eso, los incendios han matado a los animalitos y los que quedaron vivos se escaparon a lugares lejanos.
Samuel Fernández, un habitante de Santa Ana de Yacuma, dice que ahora el campesino tampoco puede moverse porque los ríos están secos y no pueden viajar por tierra porque la gente es pobre y no tiene qué vender, dado que en el mejor de los casos apenas ha podido salvar una parte de sus cultivos.
Donald Braminen, propietario de la embarcación Mario Ángel, explica que la furia del clima ha cambiado el ritmo de su vida. Para empezar, dice que ahora sólo puede navegar durante el día, puesto que hacerlo de noche significa poner en juego la vida humana y la integridad de su barco. “Si usted supiera con lo que nos encontramos en el río. Hay piedras, palizadas, arena, barro...”

domingo, 22 de agosto de 2010

Ración Total es el nuevo negocio de Guabirá SA

El Ingenio Azucarero Guabirá SA inauguró y puso en marcha la fábrica de alimento para ganado Ración Total, instalaciones que se encuentran en la localidad de Montero, en el departamento de Santa Cruz. La idea del nuevo emprendimiento nació el 2008, luego de que un grupo de socios productores de Guabirá visitaron ingenios azucareros y confinamientos (carga animal máxima bajo un uso racional de pastos disponibles) en Brasil.

El año pasado, el directorio de la empresa aprobó la realización de un estudio de factibilidad y viabilidad económica. El 10 de junio decidieron destinar $us 300.000 para la construcción de infraestructura y compra de equipos para la nueva fábrica.

El producto, un alimento hecho en base a bagazo de caña, levadura y melaza, es un alimento destinado al engorde de las diferentes categorías de bovinos y vacas en producción de leche. Incluye un importante concentrado de vitaminas y minerales.

La fábrica de Ración Total producirá todo el año, especialmente en los meses de zafra, debido a que los ingredientes para la elaboración de la ración total son subproductos del ingenio azucarero.

Los resultados son positivos, porque el proyecto estimaba que los animales engorden 1.000 gramos por día y algunos productores señalaron que sus reses ganaron 1.500 gramos de peso por día.

PRODUCCIÓN. La fábrica tiene la capacidad de producir 280 toneladas de alimento por día, en una jornada de ocho horas de trabajo. Pero en esta primera etapa planificaron que la producción será de 70 toneladas para alimentar a 3.500 animales por día.

Con el cumplimiento de ese objetivo esperan que la oferta para el mercado cruceño, después de periodos de engorde de 90 a 100 días, sea de 1.350 toneladas de carne de muy buena calidad. En una segunda etapa prevén construir silos para el almacenaje de granos y automatizar más de la mitad del proceso de mezcla de los insumos de Ración Total.

De esta forma, podrán producir 140 toneladas de alimento que permitirá la alimentación de 7.000 animales por día. El costo por tonelada del producto es de $us 80.

La tercera etapa del proyecto implica la automatización del 100% del proceso, desde el almacenamiento de ingredientes, la carga de insumos, mezcla y descarga de ración total. Con la producción de las 280 toneladas de Ración Total, se espera que los ganaderos de la región puedan alimentar a unos 14.000 animales por día.

Japoneses al frente en la producción

La colonia japonesa Okinawa fue la que en 1993 exportó por primera vez 200 toneladas de soya integral al Perú, granos que fueron sembrados y procesados por ellos en su totalidad.
Diecisiete años después Okinawa y la colonia San Juan en Santa Cruz son un ejemplo en el agro cruceño por su sistema de cooperativismo, su ciclo completo de producción y su avanzado uso de la tecnología.
La Cooperativa Agropecuaria Integral de San Juan de Yapacaní (Caisy) trabaja bajo el mecanismo de socio-cooperativa-mercado. Un modelo similar se aplica en Colonias Okinawa (Caico).
“Los socios producen, nosotros lo recolectamos y luego hacemos la venta a través de la búsqueda de mercados”, explicó el jefe de finanzas de Caisy, Yuta Otsuka.
La perseverancia, el espíritu cooperativo, ser siempre emprendedor y la constancia es importante porque el agricultor sufre bastante, agregó el subgerente de Caico, Andrés Higa.

APOYO AL PRODUCTOR
Con el objetivo de incrementar la productividad agrícola a través del uso de semillas de alta calidad, Caisy y Caico cuentan con laboratorios acreditados y personal capacitado para la producción de semilla mejoradas y con buen rendimiento. También utilizan del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) pero son evaluadas para ser adaptadas a los terrenos.
Los socios de Caysi producen arroz, huevos, soya y nueces de Macadamia, de ésta última más del 90 por ciento de la producción se destina a la exportación (ver tabulado).
En Caico los socios son más graneleros, allí los cultivos más importantes son el trigo y la soya. Por eso a Okinawa se la conoce como la capital triguera del país.
También crían cerdos y ganado lechero o de engorde, de los que sacan y comercializa derivados como la leche, queso y yogurt Oki.
El cultivo de arroz predomina en San Juan, con un área sembrada que fluctúa entre 10.500 y 11 mil hectáreas, mientras que en Okinawa hay cerca de cinco mil hectáreas, en ambos casos se alcanza rendimientos de hasta siete toneladas por hectárea, mientras que el productor local no llega a las tres toneladas, comentó el presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), Gonzalo Vásquez.
La cultura japonesa de por sí es productora arrocera pues en ese país el 40 por ciento de las tierras está destinada a este cultivo.
Los japoneses siembran arroz bajo riego que consiste primero en nivelar el suelo, hacer surcos para que no escape el agua; como la mayoría de los socios tiene su laguna artificial éstos comienzan a largar agua al campo hasta cubrir la cabeza del tallo de la planta, explicó Otsuka.
Caisy ofrece arroz favorito, súper económico, perlado, grano de oro, especial, familiar, integral y japonés. En cuanto a soya, en San Juan el área no llega a más de las 15 mil hectáreas en la campaña de verano mientras que en Okinawa son alrededor de 23 mil hectáreas.
En las tres Okinawas el arroz, sorgo, maíz y girasol son cultivos utilizados para hacer rotación, indicó Higa. En Okinawa III también producen caña de azúcar.

SUMAN MÁS PRODUCTOS
La colonia San Juan también oferta al mercado cerca de 600 mil huevos diarios. Las gallinas ponedoras se reparten entre los socios por la cooperativa que también cuenta con su propia fábrica de maples.
Caisy tiene una planta procesadora de alimentos balanceados para las granjas ponedoras. Las nueces de Macadamia, que sólo el 10 por ciento es para consumo nacional, también es cultivada en San Juan, el resto es comercializado en Estados Unidos, Alemania e Italia.
Caico también cuenta con su planta procesadora de soya integral y otra de alimento balanceado, su planta de procesamiento de semillas, un ingenio arrocero, seis silos de almacenamiento de granos, además de un área de 25 hectáreas para experimentación. Desde el 2002, en coordinación con el Centro Tecnológico Agropecuario en Bolivia, proyecto de la cooperación japonesa JICA, Caisy ha implementado una cabaña de ganado vacuno con el fin de proveer reproductores puros de la raza Nelore para mejoramiento genético.

“Son de las pocas zonas que tienen un rendimiento para arriba”

GILBERTO AGUANTA
Gte. Técnico - Anapo

“Apuntan más a la productividad que a la cantidad de área sembrada”

GONZALO VÁSQUEZ
Presidente Fenca

Exportaciones

Comercialización de nueces de Macadamia . Expresado en kilos y dólares.

Año Cantidad Valor

2009* 22.287 127.275
2010** 12.109 84.012

* Preliminar
*Hasta junio

Fuente: Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex)

Datos

Ubicación • Okinawa I se encuentra a 95 kilómetros, Okinawa II a 115 kilómetros y Okinawa III a 135 kilómetros, al igual que San Juan. Todas al norte de la capital cruceña.

Cifras • En la colonia San Juan viven unas mil personas, de las cuales 103 productores pertenecen a la Cooperativa Agropecuaria Integral San Juan de Yapacaní (Caisy). En Okinawa I, II y III viven aproximadamente unas 20 mil personas y 133 son los socios de la Cooperativa Agropecuaria Integral Colonias Okinawa (Caico).

Sistema • De las aproximadamente 11 mil hectáreas de arroz que se siembra en San Juan, el 80 por ciento es por riego, según la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca).

Otros cultivos • En San Juan también se produce desde 1960 la mandarina, es de allí donde sale la llamada “japonesa” que su nombre real es “ponkán”. También se ha difundido la producción de la naranja tardía.

LA TECNOLOGÍA ES SU FUERTE

Las colonias japonesas cada año envían a los jóvenes al exterior para que conozcan las nuevas tecnologías agrícolas. Tienen maquinarias con GPS.

“Trabajan con lo último en tecnología como sembradoras con GPS”, contó el gerente técnico de Anapo, Gilberto Aguanta, al referirse a los productores japoneses.
Las colonias tienen en claro que para aumentar el rendimiento por hectáreas tienen que usar tecnología para mejorar los sistemas de siembra y cosecha, indicó el jefe de finanzas de Caisy, Yuta Otsuka.
En el organigrama de Caisy existe dentro del grupo de productores, uno de jóvenes que tiene la labor de viajar una o dos veces al año al exterior para ver las novedades tecnológicas. Sus viajes son mayormente a Brasil, Perú o Paraguay.
“A su regreso presentan informes a los socios y algunos proceden a trabajar con el nuevo sistema que fueron a averiguar”, contó Otsuka.
En Caico es similar la situación, ya que aparte de los viajes realizan talleres con productores de afuera y que tienen experiencia en el tema, indicó el subgerente Andrés Higa.
“Incorporan dentro de sus esquemas tecnologías nuevas, siempre y cuando estén convencidos de que van a ganar mas”, dijo Aguanta.
Como con toda tecnología a los colonos japoneses les ha costado porque al principio no fue fácil para ellos por el problema con los caminos, por el impacto climático pero de a poco ellos han avanzado y son los pioneros en tecnología, contó el presidente de las cooperativas arroceras a nivel nacional, Gonzalo Vásquez.
“En el sector los japoneses nos llevan la delantera y con ellos somos socios del Fondo Latinoamericano de Arroz Bajo Riego y del Consejo Nacional Arrocero”, dijo Vásquez.

Casi la mitad es para el arroz

Más del 40 por ciento de la tierra cultivada es para el arroz, que, a mediados de la década de 1990, representó aproximadamente un tercio del total de los ingresos producidos por los cultivos agrícolas.
El arroz sigue siendo la base de la dieta japonesa; a pesar de esto, las alteraciones en la dieta nacional y el desarrollo de mejores tipos de arroz cultivado han ocasionado una superproducción importante.
Otros cultivos importantes en Japón son los cereales, como el trigo y la cebada. Según datos para 2006, la producción anual en toneladas era de 10,7 millones en arroz; patatas o papas, 2,60 millones; caña de azúcar, 1,25 millones; y fruta, 5,12 millones, con una importante cosecha de mandarinas, melones y manzanas.
La tierra cultivada (4.692 mil hectáreas en 2005) está dividida en pequeñas granjas y casi el 70 por ciento de estas tierras consiste en granjas de una hectárea o menos.
La tierra se labra intensivamente; casi todas las granjas tienen electricidad y utilizan maquinaria moderna. Los agricultores obtienen dos o más cosechas al año; aunque la mayor parte de los suelos están exhaustos.
La población agraria en Japón ha descendido en los últimos años y la agricultura contribuye al Producto Interno Bruto (PIB) con sólo un 1,7 por ciento pero la importancia de este sector sigue siendo grande. /voyagesphotosmanu.com

sábado, 21 de agosto de 2010

La “Cuna del Durazno” es un lugar paradisiaco poco visitado


• Tres pisos ecológicos caracterizados por majestuosa belleza y productos orgánicos.

La provincia Loayza, nombrada la “Cuna del Durazno” es un lugar apto para la visita de personas que deseen disfrutar de su clima cálido, producción orgánica y paisajes paradisiacos.

“Somos la ‘Cuna del Durazno’ porque de Luribay llevan nuestro producto a la mayor parte de las regiones del país para que sea disfrutado por toda la población boliviana y los turistas que visitan nuestra región”, explicó Leandro Paco Vázquez, asambleísta departamental por esa provincia.

El 17 de marzo de 2009, Luribay fue declarada “Capital del Durazno y de la Uva” del departamento de La Paz.

CARACTERÍSTICAS

Según datos de la Gobernación, la provincia Loayza tiene una extensión de 3.370 kilómetros cuadrados divididos en cinco secciones, Luribay, Sapahaqui, Yaco, Malla y Cairoma, en los que habitan 48.050 personas dedicadas a la producción de papa, oca, papaliza, haba, tomate, zanahoria, cebolla y hortalizas.

También se produce una variedad de frutas como peras, manzanas, ciruelas, damascos, chirimoya, plátano, naranja, camote y otros totalmente orgánicos.

“Contamos con tres pisos ecológicos caracterizados por la majestuosa belleza, los productos son hechos sólo de manera orgánica”, informó Paco.

El representante expuso que los pobladores de Loayza son muy pasivos y comprensivos, quienes festejan bailando mohozeñada en tiempo de lluvias.

PLATOS TÍPICOS

Según el Asambleísta los platos típicos del lugar son : papas a la huancaina y el plato paceño.

“Las papas a la huancaina llevan maní, papas, lechuga y queso, en cambio el plato paceño lleva carne, bastante choclo, queso tostado y haba”, añadió.

BEBIDA

Al ser la capital de la uva del departamento de La Paz, Luribay no puede quedar al margen de la producción de singani y vino que se presentan como las bebidas típicas de la región.

ATRACTIVOS TURÍSTICOS

En la provincia se observa hermosos paisajes formados por imponentes nevados y encantadoras praderas, aguas termales, chullpares y sitios arqueológicos.

Uno de los atractivos que caracterizan al lugar son los chullpares de Saca Saca en Sapahaqui que junto a las aguas termales de Urmiri llaman al descanso y regocijo de todas las personas que conocen la región.

En la localidad de Yaco se hallan las cuevas de Antiuma, con una antigüedad milenaria, que albergan en su interior vestigios de animales prehistóricos.

También podemos encontrar la coordillera Tres Cruces y la cueva del zambo en la localidad de Cairoma junto a la laguna Wallatani en la localidad de Malla.

INSTRUMENTOS NATIVOS

En lo que se refiere a los instrumentos nativos podemos encontrar: el moseño, utilizado en días de cosecha, junto a el sicu, la quena y otros.

SIN TURISMO

Paco explicó que el turismo no llega a toda la provincia por la falta de caminos que en muchos casos impide la clara transitabilidad de los automóviles y crea inseguridad en los visitantes.

“Los turistas no tienen cómo llegar, por eso el turismo no es muy implementado en la región”, agregó.

Rendimiento del girasol y trigo bajo por la sequía

La sequía golpea con dureza la producción del trigo y del girasol, que en ésta campaña bajó casi a la mitad el rendimiento por hectárea en el primer caso.
En trigo, el año pasado se cosechó en promedio 2,2 toneladas por hectárea y esta campaña se está sacando alrededor de 1,2 toneladas, contó el gerente técnico de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) Gilberto Aguanta.
En esta campaña se sembraron 117 mil hectáreas, 10 mil se perdieron por los desastres climáticos; ya se cosecharon 21 mil hectáreas. “Hubo inviernos iguales o peores en rendimiento pero creemos que éste ha sido uno de los más golpeados”, dijo Aguanta.
La demanda nacional supera las 650 mil toneladas, del cual con la producción actual sólo se cubre el 35 por ciento y el resto hay que importarlo para evitar el desabastecimiento y encarecimiento.
El área sembrada en Santa Cruz creció de 74 mil hectáreas en el 2008 a 92 mil hectáreas el 2009 y a 117 mil hectáreas este año.

PEOR ES EN EL GIRASOL
En el girasol, que ya se tiene un avance del 55 por ciento en la cosecha, el rendimiento promedio es de 700 kilos, mientras que la campaña del año pasado fue de 1,2 toneladas. Éste invierno se sembraron 179 mil hectáreas, 36.200 se perdieron quedando142.500 hectáreas.
El funcionario indicó que los productores de comunidades de la zona este del departamento como Pailón Sur, Tres Cruces, Pozo del Tigre, siembran girasol por el costo bajo de producción.
“Con este año seco van a sacar poco o nada”, dijo Aguanta. El girasol es mas un producto de exportación ya que internamente el mercado es pequeño por la población que consume más aceite de soya. “En forma general no afectaría nuestro consumo interno”, indicó el ejecutivo de Anapo.

OTROS CULTIVOS
El impacto en la soya es todavía mínimo. Hasta junio pasado el área afectada eran 600 hectáreas de las 300 mil hectáreas programadas para la campaña invernal.
En el inicio de la sequía, Anapo planteó incluir a San Julián, 4 Cañadas y Pailón en el decreto de emergencia que emitió el Gobierno nacional en junio pasado y reprogramar los créditos de los productores. La ayuda no ha llegado y los agricultores pequeños son los más afectados, según Anapo. En el cultivo del maíz de las 38 mil hectáreas sembradas, se perdieron más de 23 mil hectáreas.

notas

Proyecto • Anapo presentó en el Día del Trigo del 2009, en Okinawa, la capital triguera del país, un programa para buscar cómo se puede aumentar la producción triguera. El proyecto cuesta 10 millones de bolivianos, fue aceptado por el Gobierno nacional y hasta la fecha no desembolsó el dinero.

Importancia • La harina de trigo es materia prima para la industria nacional del pan, fideos y galletas. En Santa Cruz hay ocho molinos, según datos del gremio de productores.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Intercambiarán experiencias sobre cultivo de cebolla

Cochabamba, (Agencias).- Productores y técnicos de Bolivia intercambiarán experiencias sobre investigaciones recientes en el cultivo de la cebolla en la primera “Cumbre de Patologías de la Cebolla” a realizarse el jueves y viernes en Cochabamba, informaron fuentes oficiales.

El evento está organizado por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) y se realizará en la Casa Campestre, a pocos kilómetros de la ciudad de Cochabamba.

“Este encuentro se realiza con el propósito de promover el intercambio de información, conocimientos y experiencias en la temática de la cebolla y contará con la participación de expositores nacionales de diferentes Instituciones”, señala un boletín de prensa del INIAF.

Indicó que los temas a tocar en el evento serán la situación de la producción orgánica, certificación, comercialización, cambios climáticos, plagas y enfermedades de la cebolla, los mismos que se debatirán mediante exposiciones y disertaciones.

La producción de la cebolla se realiza en al menos siete departamentos del país, entre ellos los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca que abarcan el 75 por ciento del total de la superficie cultivada.

domingo, 8 de agosto de 2010

Plagas destruyen cultivos en 100 comunidades

El Concejo Municipal de Independencia declaró la pasada semana a ese municipio como zona de desastre natural y emergencia debido a que una plaga de polillas y gorgojos afectó gran parte de la producción de papa en 100 comunidades.
La virulenta plaga amenaza a la producción de papa, pues la provincia Ayopaya abastece con su producción al mercado regional y nacional por la calidad de su suelo, apto para el cultivo variado de este tubérculo.
Este gran riesgo obligó al Concejo Municipal aprobar una ordenanza municipal de "desastre natural y emergencia", que recién pasó a conocimiento del alcalde para que gestione ayuda del Gobierno y de otras instancias para combatir la plaga./ANF

sábado, 7 de agosto de 2010

Plagas destruyen cultivos de papa en 100 comunidades de Ayopaya

El Concejo Municipal de Independencia declaró la pasada semana a ese municipio como “zona de desastre natural y emergencia” debido a que una plaga de polillas y gorgojos afectó gran parte de la producción de papa en 100 comunidades.

La virulenta plaga amenaza a la producción de papa, pues la provincia Ayopaya abastece con su producción al mercado regional y nacional por la excelente calidad de sus suelos, aptos para el cultivo variado de este tubérculo.

Este gran riesgo obligó al Concejo Municipal aprobar una Ordenanza Municipal de “desastre natural y emergencia”, que recién pasó a conocimiento del Alcalde para que gestione ayuda del Gobierno y de otras instancias para combatir la plaga que dañó la economía de unos 15 mil agricultores que perdieron al menos el 87 por ciento de la siembra y cosecha de papa.

PÉRDIDA

Según el responsable de Desarrollo Productivo de la Alcaldía de Independencia, Fernando Mendoza, la plaga de polillas y gorgojos inutilizó la siembra y cosecha de papa con el consiguiente efecto de disminución de la producción y encarecimiento en los mercados.

Por una parte, Mendoza atribuyó la expansión de la plaga al cambio climático y, por otra, a la introducción de semilla no certificada a los sembradíos. “Estamos pagando la factura de nuestros propios errores”, agregó.

Explicó que la polilla conocida científicamente como “Phthorimaea Operculella”, acabó con el 87 por ciento de la siembra y cosecha almacenada. “La polilla ataca tanto a la planta en crecimiento como a la que está almacenada, es impresionante las pérdidas que está ocasionando”, lamentó tras advertir que la expansión de la plaga puede ser mayor.

La polilla es una de las plagas más perjudiciales que ataca los cultivos de papa; se reproduce mediante larvas que ubican sus huevos dentro del tubérculo y después se transforman en polillas causando así pudrición y mala calidad del producto.

ACCIONES URGENTES

El técnico municipal aseguró que “es urgente tomar medidas de hecho para eliminar la polilla de la zona” y que si no se toman las medidas oportunas, las plantaciones podrían perderse hasta en un cien por cien.

Explicó que los campesinos agricultores advirtieron que esta situación “es incontenible” y ocasionará escasez y un repunte en los precios del producto.

Señaló que en los nueve distritos municipales de Independencia donde la actividad es totalmente agrícola, cerca de un centenar de comunidades sufren por la presencia de las plagas y no tienen a mano ninguna respuesta técnica para evitar la pérdida de su producción.

“Los agricultores están desconcertados y desesperados porque como nunca antes, la plaga está en todas partes”, agregó. Explicó que la presencia de polilla y gorgojo en la zona de producción de papa y arroz “era normal” pero en el presente año “no se puede explicar su proliferación”.

Indicó que en la creencia tradicional de los campesinos agricultores, las lluvias son el remedio natural para disminuir la población de polillas y gorgojo, pero “no es época de lluvia y hay que buscar soluciones alternativas de gran impacto”.

CAPITAL DE LA PAPA

Según informes técnicos oficiales, Independencia tiene 208 hectáreas cultivables de papa donde la producción anual alcanza a las dos mil toneladas. Su vecino, Morochata produce ocho mil toneladas.

En Bolivia la producción de papa es de 935.862 toneladas; de ese total Cochabamba produce 319.126 toneladas, liderando la producción del tubérculo.

En el país el consumo de papa es de 120 kilos per cápita anuales. Bolivia es un país “papero” a pesar de que tiene los rendimientos por hectárea más bajos del mundo.