martes, 23 de noviembre de 2010

Famosa catadora francesa ayuda a chocolates El Ceibo

Como parte de un sueño de crecimiento de la empresa de chocolates El Ceibo, tiene previsto abrir una sucursal en París, Francia, en febrero de 2011.

La tienda ofrecerá cuatro productos de exportación realizados en Bolivia, además de un salón para tomar chocolate.

El proyecto se inició hace meses con la intención de “llegar al mercado europeo con nuestros propios productos”, explica Fernando Reynaga, presidente administrativo de esta empresa, quien indica que todavía atraviesan por un proceso de consolidación de la idea.

Según Reynaga, es necesario hacer un estudio de mercado previamente para determinar la cantidad de barras que se elaborarían para la exportación.

Actualmente, El Ceibo cuenta con varios clientes en el extranjero y ése fue el impulso para llevar adelante esta sucursal que sería la única representante de Bolivia en el mundo.

El Ceibo produce al menos 600 toneladas de cacao al año, de las cuales el 70% se exporta a Alemania, Suiza, Francia, Bélgica y el 30% es para Bolivia.

En 2007, la afamada catadora francesa de chocolates Chloé Doutre-Roussel llegó a Bolivia convocada por la Fundación Nuevo Norte para ayudar en la elaboración de una línea de exportación de El Ceibo. Ella había vivido parte de su infancia en Bolivia y conocía a uno de los ejecutivos de la fundación, Álvaro Montes, quien la contactó. Por su amor a Bolivia, Doutre-Roussel no cobra los honorarios usuales para estos casos.

Doutre-Roussel se puso manos a la obra. Vio la calidad del cacao, mezcló diferentes tipos, añadió leche y distintas cantidades de azúcar, trabajando días de días con técnicos de El Ceibo hasta que finalmente creó cuatro productos de gran calidad. Son comparables con los mejores chocolates suizos o franceses, dicen ejecutivos de la empresa. Además, los chocolates vienen con una presentación “de lujo”.

Durante 2008 y 2009 se realizaron pruebas en Japón y Francia para ver la aceptación del producto y al tener la respuesta positiva, decidieron seguir adelante y abrir una tienda propia.

“Éste es un éxito para El Ceibo, porque tenía un sueño y se está haciendo realidad”, comenta la consultora y catadora francesa. Aunque todavía hay algunas deficiencias en la producción, los últimos años se realizaron importantes inversiones en su maquinaria, lo que permitió mejorar la calidad de sus barras de chocolate y cada vez se consolidan más en el mercado, dijo.

“El Ceibo tiene confianza en este proyecto e hizo inversiones para mejorar la calidad, lo cual es bueno”, afirma Doutre-Roussel.

La catadora francesa admira a la empresa nacional porque se dedica a la producción de chocolate desde la producción de cacao, característica que lo distingue de forma notable.

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