domingo, 12 de diciembre de 2010

Cría de conejos, abejas y peces amplía potencial agroindustrial

En los últimos años, el aprovechamiento industrial de la carne y piel de conejo de castilla, de la miel de abeja y de la carne de pescado de agua dulce, efectuado por micro y pequeños emprendedores, amplió el potencial agroindustrial del departamento de Cochabamba.
Por las condiciones climáticas, variedad de pisos ecológicos y microclimas, pero fundamentalmente por el espíritu emprendedor de los cochabambinos, en los últimos años surgieron varios rubros productivos que lentamente se fueron posesionando del mercado nacional e incluso internacional, como la cunicultura, la apicultura y piscicultura, dice el agrónomo Alfredo León Beltrán, propietario de Agropecuaria León (Agropel), dedicada a la cunicultura en los valles de Cochabamba.
Señala que, por ejemplo, aprovechando la calidad de agua existente en toda la región del trópico de Cochabamba, la cría de peces en Chimoré se tornó tan atractiva que en Todo Santos del año pasado pequeños criadores de peces en más de 27 piscinas, pusieron a la venta en Cochabamba unos 6 mil kilogramos de carne de pescado de las especies pacú y tambaquí.
Un informe del director de Desarrollo Productivo del municipio de Chimoré, Diego Alba, indica que en Todos Santos de este año comercializaron 30 mil kilos de ambas especies y para el próximo año estiman vender 50 mil kilos, considerando la existencia de más de 50 estanques de cría de peces.
León estima que en todo el departamento de Cochabamba existen más de 50 micros y pequeños emprendimientos, entre municipales y privados, dedicados a la producción de carne de pescado y que requieren asistencia técnica y financiera para mejorar su producción con márgenes de exportación.

Cunicultura
En cunicultura, en los últimos años surgieron una infinidad de pequeños y medianos emprendimientos dedicados a la producción orgánica de carne, piel y mascotas de conejos de raza europea REX, comúnmente conocidos como conejos de castilla.
Por su alto contenido de proteínas (21 por ciento), bajo porcentaje de grasas, la carne de conejo, tiene mucha demanda en el mercado nacional e incluso extranjero. El negocio, sin embargo, no ha recibido ningún apoyo técnico ni financiero de autoridades municipales, departamentales y gubernamentales.
“Una empresa europea nos ha pedido exportar 10 mil pieles de conejo al año. Los 14 microempresarios que estamos asociados en Productores Integrales Cunícolas de Cochabamba (Proicuc) apenas producimos 1.500 pieles al año, porque no tenemos ningún apoyo de entidad financiera nacional mucho menos del Gobierno”, dice León.
Apicultura
En los últimos 20 años, la cría de abejas, particularmente en el trópico de Cochabamba, se ha constituido en una alternativa económica productiva sostenible, capaz de generar ingresos económicos alternos para las familias de productores, que necesitan una mayor atención de parte del Gobierno y el sector privado, señala Rodrigo Paniagua, director ejecutivo del Consejo Departamental de Competitividad (CDC).
Un ejemplo del potencial económico que encierra la apicultura en Cochabamba es la Unión de Apicultores del Trópico de Cochabamba (Unapitroc), que agrupa a 45 asociaciones y beneficia a más de 700 familias con la producción de más de 1.300 colmenas.
Industria
Empresas dan valor a alimentos
El Departamento de Cochabamba tiene en los productores de hortalizas, de frutas del valle y trópico, y de papa los nuevos pilares de su agroindustria en constante crecimiento, dice Gino Catacora, coordinador regional del Programa de Innovación Continúa del Consejo Departamental de Competitividad.
Indica que la fruticultura tropical representa el mayor potencial productivo del departamento, porque exporta grandes volúmenes de fruta fresca y en conserva (piña, palmito, banano, maracuyá) con importantes ingresos.
A pesar de haberse rezagado la industrialización de la papa, Catacora señala que varios emprendimientos económicos se dedican exitosamente a la producción industrial de papas fritas, chips, papas nativas (pintabocas), papas en conserva y puré con mezcla de cereales andinos.
En horticultura, informó que miles de toneladas de tomate, cebolla, zahoria, remolacha, pimentón y otros, son procesados cada año por grandes industrias locales como Dillmann, Del Campo, así como ciento de toneladas de frutas de valle (cereza, frutilla, manzana, durazno, guayaba) son transformados en jugos y concentrados por empresas reconocidas como Del Valle, Frutal, PIL y otras menores.
Resalta que el negocio de deshidratar frutas de los valles (durazno, manzana, cítricos) y particularmente del trópico (banano, piña, papaya, mango y maracuyá) congrega a decenas de productores de frutas que obtienen buenos precios en el mercado internacional.
OFERTA
POLLOS, LECHE Y FRUTA SON TRADICIONALES

J La avicultura, la lechería y la fruticultura del trópico de Cochabamba continúan siendo parte de la oferta agroindustrial del departamento con la producción semanal de 1,6 millones de pollos, que en un 68 por ciento cubren la demanda de occidente; la transformación diaria de 250 mil litros de leche en productos lácteos en la planta de PIL Andina; y la exportación anual de banano, piña, palmito y otros productos deshidratados por un valor aproximado de 10 millones de dólares, de acuerdo con datos Cadexco.
ANÁLISIS
“Hay que cambiar de paradigma y buscar rubros”
Juan Murillo Carrillo, Empresario del rubro avícola
El departamento de Cochabamba se encuentra en el corazón de Bolivia, tiene una extensión de 55.631 kilómetros cuadrados y un clima que va desde frío en las regiones de la codillera, templado en los valles, hasta cálido en la zona del trópico.  Los suelos son  muy productivos principalmente en la zona central.

Si tomamos comparativamente al departamento de Santa Cruz, agroindustrial, o a Beni, ganadero, se me hace un poco difícil definir qué camino debería tomar Cochabamba en esas áreas.

Tradicionalmente, nuestro departamento ha sido productor de granos y hortalizas, pero la migración de los agricultores hace que la producción actual no alcance ni a cubrir las necesidades de la población.

En el sector ganadero, se ha destacado la lechería gracias a la instalación de la planta lechera PIL la primera del país, que empujo al sector e hizo crecer rápidamente llegando a ser el más grande del país.

La  avicultura cochabambina ha sido la más importante de Bolivia por muchos años debido principalmente a inversiones privadas muy importantes, pero nada es eterno. Pese al alto grado de desarrollo genético obtenido no existe un óptimo rendimiento de carne por la altura, lo que obliga a las empresas a trasladar sus actividades de cría a Santa Cruz.

Ante este panorama, me pongo a pensar si Cochabamba todavía tiene potencialidad agroindustrial y ganadero, creo que hay que cambiar de paradigma y buscar otros rubros productivos.

La solución está en la especialización productiva, esto quiere decir trabajar en  la producción de semillas genéticamente mejoradas, producir  hortalizas, flores y frutas bajo sistemas modernos que utilizan poco terreno y poca agua (hidroponía).  En la ganadería, incentivar el mejoramiento genético del ganado lechero mediante la transferencia de embriones con el fin  de obtener animales mejorados  de alta capacidad productiva.

En la avicultura, apoyar al sector de productores de huevos quienes gracias al clima cochabambino están en mejores condiciones que otros del país. Finalmente, se debe valorar los mataderos avícolas existentes y mejorar los sistemas de transporte frigorífico

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