jueves, 19 de mayo de 2011

Senamhi pronostica heladas y sequías en 3 regiones del país

La niña está en disipación y el frío amenaza con su crudeza para la última semana de junio y los primeros 15 días de julio

Susana Salinas

El próximo trimestre habrá un déficit de lluvia que ocasionará sequía en gran parte del chaco (Tarija, Chuquisaca y Santa Cruz) y en la región de la chiquitania (Santa Cruz), informó ayer el coordinador de Gestión de Riesgos del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi), Félix Trujillo.

El funcionario del Senamhi, en una entrevista con Cambio, explicó que ya empezaron los eventos de frío y heladas tempranas en las que la temperatura desciende cerca a cero grados, o por debajo de cero, especialmente a primeras horas de la mañana.

“Este año, el invierno se adelantó y va a ser mucho más largo que el año 2010, estimamos temperaturas frías hasta la primera semana del mes de septiembre, pero la última semana de junio y la primera quincena de julio serán los días más crudos”, dijo y recordó que en 2010 el invierno empezó con retraso, en el mes de julio.

Con los datos que cuenta, desestimó que haya déficit de lluvia en regiones como Beni, Pando y el norte de La Paz. Tampoco se anticipan inundaciones. Luego de seis meses, a fines de año se proyecta nuevamente tener condiciones de El Niño o La Niña, señala el Senamhi.

“A diferencia de este invierno, en 2010 no se sintió mucho frío, excepto entre el 10 al 19 de julio, cuando inclusive murieron peces”, comentó.

En este año, según detalló Trujillo, ya hubo dos eventos fríos.

“Gracias al pronóstico sabemos que ya hubo dos eventos de ingreso de aire frío que afectaron principalmente a los valles de Tarija (...) Ayer por la madrugada, en Cochabamba, la temperatura llegó a 4 grados celcius, mientras que en otros lugares del valle llegó a cero”, dijo y explicó que este registro se conoce como una “helada temprana”, porque no debe presentarse aún en esta época del año.

Según Trujillo, los pronósticos diarios que emite la oficina encargada de alertar sobre los cambios climáticos tienen un grado de confiabilidad de un 90 por ciento para las primeras 24 horas.

Mientras que para pronósticos mensuales se considera que el primer día es del 90 por ciento de fiabilidad, para los restantes cinco días el porcentaje desciende a un 60 ó 70 por ciento.

SISTEMAS DE PREVENCIÓN

Desde el Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi) se han empezado a realizar tareas preventivas para contrarrestar los eventos de cambio climático.

La capacitación de los agentes de gestión de riesgo en las entidades transversales a los eventos climáticos; el envío de reportes de información metereológica especializada diaria, semanal y mensual; la emisión de documentos, como boletines especializados para los pequeños agricultores y agrónomos, y la coordinación con el resto de las entidades gubernamentales del área que involucra el efecto climático se constituyen en las principales tareas que el Senamhi empezó a afianzar este año.

“Queremos que se utilicen los sistemas de alerta temprana de manera oportuna y que cuando el evento se produzca los COES (centros de operaciones de emergencia) actúen prontamente”, sostuvo Trujillo.

Explicó que se ha mejorado el trabajo coordinado con Defensa Civil, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el Ministerio de Salud, las gobernaciones y los municipios del país.

Aunque La Niña ya se disipa, se prevé una reactivación de cambio climático por lo que se deben tomar previsiones para fin de año, señaló.


Tareas preventivas de impacto del cambio climático

Para el coordinador de Gestión de Riesgos del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología, Félix Trujillo, el país ha comenzado una tarea importante de prevención de los efectos del cambio climático que, bien llevado, será parte coadyuvante para la política de seguridad alimentaria que al Gobierno le preocupa.

“Los cambios climáticos (expresados en los fenómenos de El Niño y La Niña) en el comportamiento del tiempo y del clima tienen un impacto en varios sectores económicos y sociales, por ejemplo en el agrícola, en la pecuaria y en la salud. El impacto en la parte agrícola deriva en un impacto en la alimentación”, señaló.

En este marco, el Senamhi trabaja en la transferencia de la información del clima actualizado hacia las gobernaciones y los municipios. “De esa manera queremos que tengan la información oportuna y adecuada para la toma de decisiones y medidas preventivas”, dijo.

En realidad, explicó, el Senamhi inició la tarea de información desde hace varios años, “pero ahora nos queremos asegurar de que la información llegue”, señaló.


Pequeños agricultores reciben Boletín Agrometereológico

Ante la ola de frío y helada, los agricultores son los más perjudicados por el daño en sus cosechas, por lo cual el Servicio Nacional de Metereología e Hidrología y otras entidades estatales empezaron a darle al pequeño agricultor las herramientas para proteger sus cultivos, a través de boletines. “Las plantas son como nosotros, cuando la temperatura baja sienten mucho frío y se congelan, porque también contienen agua en su composición, dejan de respirar y mueren”, explicó el coordinador de Gestión de Riesgos del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi), Félix Trujillo.

Trujillo señaló que “el agricultor tiene la oportunidad de tomar previsiones para evitar el daño en sus cultivos, a través del uso de técnicas que se enseñan en el Boletín Agrometereológico que desde enero se empezó a enviar a los pequeños agricultores y agrónomos, con información sobre temperatura, lluvia, humedad, horas calor”. El material se distribuye cada diez días.

Calentar la tierra con mecheros especiales o inundar los sembradíos para contener que la helada dañe el cultivo y el agua proteja la raíz, son métodos que ya se aplican en los sembradíos, explicó Trujillo.


La Niña dejó severas consecuencias

Bolivia fue azotada en 2010 severamente por lluvias, inundaciones, riadas, deslizamientos, granizadas, heladas y olas de frío, como consecuencia del paso del evento climatológico denominado La Niña, que dejó miles de familias damnificadas en todo el territorio nacional.

Según el coordinador de Gestión de Riesgos del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi), Félix Trujillo, La Niña comenzó con mayor intensidad entre junio y julio de 2010, registró 0,5 centígrados por debajo de la temperatura promedio en el país. La misma lógica se aplica en el cálculo pluvial.

Para calcular las temperaturas en el país, el Senamhi tiene un sistema de observación que hace el cálculo de promedios tomando en cuenta los registros desde 1971, “lo que da un pronóstico de cuál debe ser el comportamiento de la temperatura de referencia promediada por día, mes y estación”, explicó el pronosticador.

Para explicar La Niña, Trujillo señaló que su aparición tiene que ver el fenómeno natural de interacción entre el océano y la atmósfera, que intercambian energía y humedad. “Cuando el océano está frío, la atmósfera empieza a tener un comportamiento anómalo (bajo parámetros de la temperatura promedio calculada para la temperatura mundial) y ocasiona fríos, vientos y patrones de circulación atmosférica anómalos. En Bolivia, ese cambio de temperatura anómalo “llegó a su máximo en diciembre, y a partir de allí comenzó a debilitarse hasta llegar a este mes en el que se encuentra en una fase de disipación”, explicó. En Julio de 2010, La Niña comenzó a afectar severamente al país en términos de sequía e inundaciones y llegó a su máximo en el mes de diciembre. “A partir de diciembre de 2010, comenzó a debilitarse y ahora está en su fase de disipación”, señaló.

La Niña generó sequía en el chaco, el altiplano y los valles a comienzos de 2010 y se generalizó en gran parte del país. Desde octubre afectó a Beni, Pando y Santa Cruz. Los excesos de lluvia, a mediados de diciembre y durante el mes de enero y febrero de este año, se concentraron en las partes altas de la región oriental, en Cochabamba y Chuquisaca y ocasionaron riadas en el Chapare, mientras que las precipitaciones de fuerte intensidad provocaron inundaciones en La Paz y Rurrenabaque, recordó.


Capacitación en gestión de riesgos

El Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi) desde enero empezó un programa de capacitación a los técnicos de gestión de riesgos agrónomos para la interpretación de información metereológica, climatológica, hidrológica y agrometereológica.

En Santa Cruz y Cochabamba ya se procedió con la capacitación. Se alistan cursos para Tarija y Chuquisaca.

“Queremos que la gente que trabaja en gestión de riesgos esté capacitada para la interpretación de la información que se da en Senamhi, para su uso en los planes de gestión de riesgos”, informó el coordinador de Gestión de Riesgos del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi), Félix Trujillo.

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