domingo, 24 de junio de 2012

Agricultores vuelven a usar guano en cultivos

Cada 21 de junio, con el solsticio de invierno y Año Nuevo Andino, da inicio a un nuevo ciclo agrícola o nueva época de siembra. De acuerdo a las creencias este es el momento en que la tierra encuentra su reordenamiento y el ciclo natural da inicio con la tradicional siembra en las diferentes regiones productoras agrícolas del país.

Es en este marco que, ante la temporada inminente de siembra, los productores agrícolas están retomando prácticas y técnicas tradicionales en lugar del uso de abonos y fertilizantes químicos.

De acuerdo a Bautista León, productor de papa de Ayopaya, la tierra se ha “arruinado”.

“Antes la papa daba bien con el guano (abono natural, heces de oveja). Ahora la tierra está mal ya no produce como antes”, dijo León.

León explica que gracias a los químicos en fertilizantes y otros productos han “sobreexplotado” la tierra y que la cosecha antes era mejor.

“Había un tiempo en que sí se utilizaba el abono químico, pero nos dimos cuenta que éste no era tan ventajoso para la calidad de la tierra, porque con el tiempo disminuía su potencial productivo. Había que pensar en la mejor alternativa y la mejor para Independencia resultó ser el abono natural”, manifestó Marcelino Mamani.

Con el guano la producción de la tierra se mantiene por más de diez años y no por buenos resultados durante dos o tres cosechas, agregó Mamani.

Los productores agrícolas recurren al conocimiento de sus ancestros porque la productividad de los suelos y productos con químicos necesita de un mayor mantenimiento y los resultados no son igual en cuanto a sabor, almacenamiento y semillas en comparación a una producción natural, precisó el investigador agrónomo, César Escóbar.

El agrónomo señala que los fertilizantes alcanzan un pico de producción que se extiende por dos años para luego sufrir un bajón sustancial.

Citando el ejemplo de la papa, hace 20 años la producción era de 17 toneladas por hectárea y ahora después del uso de químicos en la producción esta ha disminuido entre 6 a 7 toneladas por hectárea.

“Debemos consumir nuestros productos naturales y producidos orgánicamente y no depender de otros países que elaboran transgénicos y químicos que hacen daño a las personas y a nuestros descendientes”, añadió el secretario de Prensa y Propaganda de la Federación Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba.
INNOVACIÓN Otra innovación introducida a la producción agrícola, de la que los productores campesinos tienen conocimiento, son las variedades mejoradas.

Estas variedades, de acuerdo a la indicación de Escóbar, son fruto del cruce del polen de dos plantas, utilizadas para sacar nuevas variedades que se adecuan a una amplitud de variables climáticas extremas que normalmente por naturaleza un producto agrícola no soportaría.

El especialista agrónomo considera negativas a estas variedades, ya que por sus cualidades están desplazando a las especies nativas.

“Esto junto a lo mencionado, son un conjunto de factores que están logrando que los productores se vuelquen hacia una producción natural, complementándose con el conocimiento actual de la agroecología y la producción orgánica”, sentenció.

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