lunes, 3 de septiembre de 2012

El CAMBIO CLIMÁTICO reduce los cultivos de durazno en la región de Luribay

La producción de frutas en ese sitio, catalogado como la capital departamental del durazno, se está reduciendo por el aumento de las temperaturas y el ataque de dos plagas. En su lugar, los productores comienzan a introducir el cultivo del maíz.

18 variedades de durazno corren peligro de migrar de Luribay en busca de tierras más templadas, por ejemplo las faldas de los nevados.

GABRIELA RAMOS TOLA

Cambio

Al durazno no le sienta el calor y tiende a desaparecer de Luribay porque la temperatura en el valle paceño aumentó por el cambio climático; y dos plagas, los pulgones y la mosca de la fruta, están atacando la producción de alrededor de 18 variedades de este fruto, desde hace dos años, reduciéndola y haciendo que los productores frutales se dediquen al cultivo de maíz para venderlo como choclo.

Según datos del Instituto Nacional de Inocuidad Alimentaria y Forestal (Iniaf), dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural, la cantidad de hectáreas de cultivo de árboles frutícolas se redujo en esta localidad, de 400 a 300 hectáreas, mientras que la cantidad de terreno de cultivos de choclo aumentó a 200 hectáreas.

“Éste es un fenómeno producido por el cambio climático y que a largo plazo provocará la migración de cultivos, es decir el cambio de rubro de producción en varias de las 19 regiones productivas existentes en el país. Y es necesario trabajar en que las personas se adapten a estos cambios, porque los animales y las plantas ya lo están haciendo”, señaló el director de esta entidad, Lucio Tito Villca.

Tito afirmó que este cambio de vocación se debe al incremento de la temperatura, fenómeno producido en todo el país y el mundo, y señaló que es importante que los productores identifiquen nuevas proyecciones de cultivos, pues de continuar con sus producciones tradicionales corren el peligro de que sus cosechas se pierdan por el ataque de plagas o una baja en la calidad de sus productos.

Aparición de plagas

La investigadora de la institución no gubernamental Agua Sustentable Adriana Soto afirmó que el cambio en el medio ambiente se refleja en la aparición de nuevas plagas, que en muchos casos echan a perder las cosechas en su integridad. Señaló que este evento se da en varias comunidades como Luribay, donde los productores recién están advirtiendo el cambio.

“Así como las vocaciones productivas están migrando, también migran las plagas, los productores se enfrentan a nuevas enfermedades en sus cultivos, y éstas son resistentes a los pesticidas, por eso usan productos más fuertes, que dañan su salud y afectan a la tierra. Entonces, la otra opción es pensar en la adaptación de cultivos”, señaló.

El representante de los productores frutales de Luribay, Roberto Paco, afirmó que estos efectos se están sintiendo en la región desde hace dos años, pues plagas como el pulgón se comen la hoja del duraznero, afectando el crecimiento del árbol.

“Cuando ya hay fruto y está madurando, la polilla o mosca de la fruta también lo ataca, y nosotros tenemos que luchar con fumigaciones, porque de lo contrario sería una pérdida para los más de mil productores que hay en toda la región”, señaló el agricultor.

Paco dijo que en 2012 varias organizaciones junto con el Gobierno tomaron en cuenta a Luribay, ubicada a 165 kilómetros de la ciudad de La Paz, y llevan adelante proyectos de capacitación y asesoramiento técnico a los productores, así como la entrega de créditos por parte del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) a los agricultores.

“Pero necesitamos más ayuda, necesitamos caminos porque en época de lluvia la producción se queda en la región, pues no podemos sacarla, también necesitamos más agua y servicios básicos; porque si no producimos fruta, hay tierra para producir lo que el clima nos permita, sólo necesitamos los medios y apoyo para hacerlo”, afirmó.

Adaptación a nuevos tiempos

“El cambio climático está alterando las temperaturas en todo el mundo y lo que los gobiernos decidan hacer no se va sentir inmediatamente, pero las nuevas temperaturas sí. Por eso es importante que se diseñen estrategias de adaptación y de aprovechamiento de los recursos hídricos”, afirmó el experto en retroceso glaciar del Instituto de Hidráulica e Hidrología (IHH), Edson Ramírez.

El investigador destacó el trabajo realizado por el Gobierno a través de varias instancias, en especial el Programa Nacional para el Cambio Climático, que desarrolla proyectos de simulación para la adaptación a nuevos tiempos y temperaturas.

“Estos cambios son irreversibles, y su mayor impacto se sentirá en la agricultura. Vemos que el Gobierno está encabezando tareas de preparación para que el cambio no nos afecte, sólo necesitamos trabajar con la población para estar preparados ante estas modificaciones”, dijo.


DATOS

• Luribay, ubicada en la provincia Loayza del departamento de La Paz, produce durazno, manzana, uva, pacay, peras y otras varias hortalizas y verduras, además de singani.

• Tiene al menos 18 variedades de duraznos como ser el mocito blanco, perchico colorado, ulincate jaspeadito.


Adriana Soto

Investigadora de Agua Sustentable

En Luribay, los productores recién se están dando cuenta del cambio, y necesitan de la ayuda técnica para adecuarse a los nuevos tiempos que vendrán en cuanto a producción agrícola.


Capital departamental del durazno desde 2009

En marzo de 2009, Luribay fue declarada Capital Departamental del Durazno, de la Uva, del Vino y del Singani, mediante resolución prefectural, en la gestión del entonces prefecto de La Paz, Pablo Ramos Sánchez.

La declaratoria fue hecha por el 112 aniversario de la provincia Loayza, región privilegiada, pues cuenta con tres ecosistemas: altiplano, valle y trópico.

El director del Iniaf, Lucio Tito, destacó que el durazno de esa región se destaca por su buen tamaño, calidad y color.

“Su sabor es delicioso y cuenta con varios nutrientes como ser la vitamina A, B y C, carbohidratos, potasio, fósforo y sodio, además es excelente para la reducción de peso y purificación del organismo, pues es bajo en calorías”, explicó.

El productor Roberto Paco señaló que muchos de los planes de los agricultores apuntaban a exportar el durazno, los agricultores siguen con esa idea, siempre y cuando el cambio climático no genere mayor aumento en las temperaturas.


Comunidades del Illimani y el Mururata están listas

La organización Agua Sustentable está trabajando con varias poblaciones, ayudándolas a diseñar estrategias de adaptación al cambio climático, pues muchas, como ser las que se encuentran en las faldas de los glaciares Illimani y Mururata, ya sienten los efectos y se ven obligadas a cambiar de vocación productiva.

Las poblaciones de la microcuenca del río Sajhuaya y del Mururata están en plena aplicación de las estrategias, y están en plena migración de cultivos. Es el caso de la población de Cebollullo, en las faldas del Illimani, que hasta hace dos años era productora de lechuga, pero ahora está cultivando flores, cebollas y cebollines, pues la lechuga “ya no da en nuestro pueblo porque le atacan las plagas”, afirmó el dirigente Víctor Pabón.

“Estamos conscientes de los cambios y tenemos que adecuarnos porque en el campo sólo podemos vivir de la agricultura, además tenemos créditos con el BDP y si queremos alcanzar a pagar las cuotas tenemos que hacer producir la tierra”, afirmó.


Comarapa también sufre los efectos

Otros municipios del país ya están en pleno cambio de vocación productiva, como es el caso de Comarapa, en el departamento de Santa Cruz. Según datos del Instituto Nacional de Inocuidad Alimentaria y Forestal (Iniaf) en esta región ocurre un fenómeno inverso al de Luribay, pues la localidad es tradicionalmente productora de maíz y choclo, y hoy se está convirtiendo en municipio frutícola.

“Éste es un proceso de 12 a 15 años atrás, cuando la región tenía al menos 1.500 hectáreas de maíz, las cuales están siendo reemplazadas paulatinamente por frutas de los valles, como ser la manzana, el durazno y la frutilla”, explicó Lucio Tito Villca, director del Iniaf.

Ante estas modificaciones en las vocaciones productivas, el Iniaf lleva adelante modelos de simulación de cultivos en varios municipios con ayuda de técnicos alemanes y de expertos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), de Colombia.

“Realizamos el mapa de las 19 regiones productivas y el siguiente paso es adelantarnos a los nuevos escenarios mediante cultivos piloto, porque no podemos permitir que el cambio climático ponga en peligro la seguridad alimentaria del país”, aseguró.

Uno de estos modelos se llevará adelante en la región del lago Titicaca, donde se prevé que la reducción de las lluvias genere un escenario propicio para la producción de quinua, que actualmente se desarrolla en el altiplano sur. Esta migración puede darse en 10 años más.

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