lunes, 21 de enero de 2013

Papa “Marcela” triplica rendimiento e ingresa al mercado con gran éxito


LA ESPECIE SE LOGRÓ CON LA COMBINACIÓN DE LAS VARIEDADES ALFA Y HUAYCHO.

La papa denominada "Marcela" es una nueva variedad que ya puede encontrarse en los centros de abasto y puede producir entre 30 y 40 toneladas por hectárea en condiciones óptimas del suelo y humedad cuando otras variedades producen de siete hasta diez toneladas, explicó Erik Murillo, director del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf).

El nuevo producto fue obtenido gracias a agrónomos bolivianos, quienes consiguieron esta nueva especie de papa que triplica el rendimiento por hectárea a diferencia de los otros tubérculos en el territorio nacional.

La nueva variedad de papa, de acuerdo con Murillo, es más resistente al tizón tardío, una de las plagas más comunes que ataca a dicho producto y soporta mejor el frío y las heladas de la región andina. “Por el momento los primeros cultivos en Cochabamba y Tarija con resultados favorables para los productores, gracias al mejoramiento genético de la semilla realizada por los equipos de profesionales”, dijo Murillo.

La papa "Marcela" lleva el nombre de la primogénita de su creador, tiene un ciclo vegetativo de 150 días y puede producirse desde los 600 hasta los 3.300 metros de altitud.

Alrededor de ocho años, fue el tiempo de investigación en base al cruce de la papa Huaycho, la más conocida y consumida y la papa Alfa. De acuerdo con Murillo, se busca que el tiempo de mejoramiento genético en la actualidad pueda ser reducida a tres o menos tiempo.

El 2010 la superficie cultivada de papa en Bolivia fue de 180.000 hectáreas y la producción llegó a 975.000 toneladas, con un promedio de 5,4 toneladas por hectárea sólo con 25 variedades de tubérculo.

La totalidad de la producción de la papa “Marcela”, se destina al mercado interno.

Bolivia cultiva unas 25 variedades de papa de las 3 mil registradas, un alimento apreciado y cultivado desde los tiempos pre colonial.

La papa es el cuarto principal producto alimenticio en el mundo después del trigo, el arroz y el maíz. Los Incas desarrollaron avanzadas técnicas para conservarla y una de esas variedades es el chuño (papa deshidratada) de amplio consumo en Bolivia y la región andina.

En la actualidad, a nivel internacional, se llega a producir 158 mil toneladas anuales, de las cuales Bolivia llega a producir el 60%, de los cuales 25.9 mil hectáreas están destinadas al trigo y el restante para la producción de quinua y demás productos orgánicos.

El Iniaf, a finales de este mes 31 al 1 de febrero, desarrollará un “encuentro nacional de saberes en la académica de bio-indicadores”, con el propósito de dar a conocer los cambios que se manifiestan en la naturaleza que afectan a la producción, indicó Silvia Coca, directora nacional de Bio indicadores.

“El encuentro dará a conocer cómo los organismos vivos llegan a manifestar algún cambio que se modifica en el proceso de la producción, de acuerdo al comportamientos de los gusanos, flores y fauna. Por ejemplo nuestros productores deben analizar de qué manera las flores de los cactus nos indican cómo y dónde realizar un cultivo de papa o quinua”, explicó Coca.

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