lunes, 3 de junio de 2013

Cultivos ilegales de coca invaden nuevas regiones

“Ahora todos ya quieren ser productores de coca, años atrás esto no se observaba”, admitió ayer el viceministro de la Coca, Dionisio Núñez, y el responsable de la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digecoin), Luis Cutipa, añadió “Ahora todos quieren sembrar coca”, en referencia al crecimiento de esos cultivos en zonas paceñas y yungueñas no tradicionales.

Estos sembradíos también crecen en áreas del oriente cruceño y el trópico cochabambino (afectando parques forestales) donde campesinos siembran para luego exigir al Gobierno y por ende al Estado que reconozca esos nuevos cultivos como lícitos o en proceso de “transición”.

Esa nueva producción agrava el panorama de la lucha contra la producción del insumo que alimenta el narcotráfico ya que el 94 por ciento de la coca secada al sol que sale del Trópico de Cochabamba, no pasa por el mercado legal de Sacaba, según el último estudio de monitoreo de cultivos, realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) en Bolivia con datos de la dirección General de Coca e Industrialización (Digcoin).

La coca chapareña tendría como destino el narcotráfico, pero ahora lo propio ocurre con mil hectáreas de nuevos cultivos de ese vegetal en Apolo. El viceministro Núñez sostuvo ayer que esa producción es desviada, porque no llega al mercado de la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca de La Paz (Adepcoca) en Villa Fátima, “seguramente encuentra un mercado ilícito en la zona”, dijo al ser abordado por este medio luego de una entrevista con una red de radio local.

Otro respaldo sobre esa suspicacia es que esos productores no están afiliados a Adepcoca ni carnetizados a esa organización.

“Muchas comunidades del sector Apolo están al interior del Madidi, en los bordes o al interior del mismo parque y saben que en esa zona no debe haber cultivos de coca”, explicó Núñez y añadió que existen comunidades en la frontera cuya coca se va al Perú, “Esa gente está consciente que tiene que erradicar”, insistió.

Existen otras regiones paceñas donde la coca está “apareciendo”, indicó Núñez. Entre ellas está Larecaja (zona Zongo-Churo), luego en sectores auríferos, como ser: Tipuani, Guanay. En la provincia Bautista Saavedra en la ruta a Charazani, en la provincia Muñecas “por todo lado”, dijo el Viceministro.

Por su parte, cocaleros de los Yungas de Vandiola (Cochabamba) exigen la delimitación “clara y transparente” de la línea roja del Parque Nacional Carrasco para lograr el reconocimiento de plantaciones que se expandieron al interior de ese parque. Además existen nuevos cultivos en Yapacaní y parque Amboró.

COCHABAMBINOS

Núñez informó que recibió denuncias de que personas de origen cochabambino son las que están viajando a los Yungas paceños a inducir a los comunarios a instalar fábricas de cocaína, ya que sale de lo usual que se estén encontrando esos laboratorios en el norte paceño.

Las denuncias también señalan que estos cochabambinos también alientan a los comunarios yungueños a desviar la hoja de coca a mercados ilícitos. El viceministro dijo que tres pozas de maceración de droga fueron halladas en Turupama, Pahuata y la Asunta, las que fueron denunciadas como vinculadas a esos cochabambinos, de los que Núñez sostuvo que no se constató si provienen del Chapare.

La red Erbol preguntó ayer a Núñez si habiendo constancia de que más del 90 por ciento de la coca chapareña se desvía al narcotráfico ¿por qué no se erradica en el mismo porcentaje esos cultivos? El Viceministro sólo atino a señalar que es necesario mejorar el control social y las tareas de las instituciones que luchan contra el narcotráfico. “No es complicidad?” (del Gobierno con los productores) insistió Erbol y Núñez no pudo dar una respuesta clara al respecto.

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