lunes, 5 de agosto de 2013

La importación de plaguicidas debe evitar aparición de “basureros tóxicos” en Bolivia

Bolivia tiene un sistema regulatorio de importación, manipulación y venta de plaguicidas –destinado a proteger los cultivos de plagas y enfermedades– para precautelar la salud de la población con alimentos inocuos y preservar el medio ambiente de la contaminación. Este sistema y otras normas que se aprueben en el futuro deben evitar que se generen depósitos peligrosos de residuos tóxicos por el ingreso indiscriminado de insumos prohibidos en otros países, propuso hoy el presidente Ejecutivo de APIA, Marcelo Traverso.

“Nuestra mayor preocupación es velar por la salud de la población. Y es por ello que se creó el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), con el fin de vigilar que los productos que ingresan al país sean debidamente registrados y no sean nocivos”, aseguró Traverso al respaldar toda iniciativa regulatoria que no sólo precautele la economía de los productores del sector sino también la integridad alimentaria de la población.

El representante de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA), recordó que el país ya enfrenta problemas medioambientales “al no existir depósitos para los productos agroquímicos obsoletos, ni un lugar habilitado para su incineración”. En su opinión, esto se agravaría si se da paso a un sistema de ingreso libre de productos generándose basureros tóxicos con stocks prohibidos que no pueden ser comercializados en Brasil, Argentina ni Chile, países en los que las normas son exigentes.

Es más, “los productores y exportadores de alimentos en el país correríamos el riesgo de perder nuestros mercados externos por el uso de productos prohibidos internacionalmente”, añadió.

Dijo que el riesgo mayor se da por la posibilidad de ingreso al país de plaguicidas peligrosos, sin control, con implicaciones para la salud de las personas que manipulan estos insumos, para los consumidores de los alimentos y también con efectos negativos sobre el medio ambiente.

Si bien es importante bajar costos para la adquisición de estos productos, “lo es más aún la educación que deben recibir los productores respecto al uso y manipulación de los plaguicidas para evitar daños personales y la contaminación de alimentos, en desmedro de la población”, explicó.

Destacó que una norma para la importación, manipuleo y venta de insumos agrícolas es importante porque precautela la salud de la población, permite tener alimentos inocuos y preserva un medio ambiente libre de contaminación.

Con relación a la posible inclusión de arancel cero para la importación de plaguicidas y consecuente reducción de costos –sin liberar el control– el principal Ejecutivo de APIA indicó que esta determinación sería positiva y beneficiosa, si cubre a todos los actores del sector agrícola, y no sólo a algunos. “Esperamos que este decreto no sea discriminatorio”, subrayó.

Traverso explicó que en la actualidad la norma vigente permite que los pequeños, medianos y grandes agricultores puedan realizar la importación directa de plaguicidas, siempre y cuando cumplan las exigencias establecidas, como las regulaciones y las certificaciones requeridas por Senasag, entidad que somete a estos productos a estrictos controles sanitarios, de investigación, de eficiencia y de análisis de riesgos toxicológicos y ambientales.

En una reciente declaración pública, la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, se refirió a la existencia de un proyecto de Decreto Supremo para liberar la importación de plaguicidas con arancel cero, con el fin de bajar costos de los pequeños productores de manera que éstos puedan comprarlos de Insumos Bolivia.

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