lunes, 9 de septiembre de 2013

Corea del Sur comparte con bolivianos su experiencia de desarrollo agrícola

Corea del Sur apuesta por la mejora de semillas y el riego.

La oficina de cooperación de ese país (Koica) comparte experiencias en la escuela de Canaán.

El embajador de Corea del Sur en Bolivia, Young wook Chun, compartió las experiencias que ayudaron a su país a lograr en menos de diez años la soberanía alimentaria, esta reflexión la hizo en el marco de la política que aplica el Gobierno para lograr seguridad con soberanía alimentaria.

El diplomático recordó que a principios de la década del 60, el 58,3% de la población rural coreana padecía pobreza y hambruna, situación por la cual el Gobierno coreano implementó dos estrategias que consistieron en el fomento agrícola y en la reforma de la mentalidad campesina.

De esa manera, Corea aplicó un paquete de políticas agrícolas para elevar la productividad, como la mejora de semillas, la eliminación de bacterias, producción de fertilizantes, construcción de represas y mejora de tecnología de cultivo.

Recordó que a principios de 1971, un experto coreano produjo la semilla de arroz blanco llamada tongilbye, que provocó que las ramas de arroz eleven su capacidad productiva de 90 a 130 granos, hecho que se tradujo en un avance tecnológico.

En ese sentido, indicó que en Bolivia vale la pena estudiar las enfermedades que afectan el rendimiento de las plantas, como sucede con el caso de la bacteria wilt, que perjudica la producción de papa.

Al respecto, añadió que la fundación Proinpa (Promoción e Investigación de Productos Andinos) de Bolivia, junto a Kopia (Centro Internacional de Agricultura de Corea), estudió la enfermedad bajo un fondo otorgado por el Gobierno de su país al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

También recordó que en la década de los años 60 y 70, el Gobierno coreano instaló cinco plantas para la producción de fertilizantes, similares a la planta de Urea y Amoniaco que se asentará en Cochabamba.

Indicó que para Samsung es importante participar en la construcción de esa planta, al igual que para Koica es importante construir represas en Pampas de Padilla, Chuquisaca, y en Monteverde, Santa Cruz”.

En cuanto a la mejora tecnológica de cultivos, mencionó que los agricultores bolivianos suelen usar semillas enteras de papa para la siembra, mientras que en Corea se obtienen excelentes resultados con pedazos de dos ojos que no mueren, sino que crecen mejor.

“Otro factor favorable en el cultivo de papa en Corea del Sur es que una vez preparada la tierra se utiliza un plástico negro delgado para cubrir la superficie y absorber el calor. Se hacen agujeros para las semillas, quedando el resto de la tierra cubierta, y así se evita el crecimiento de la hierba mala”, explicó.

Esas experiencias son compartidas por Kopia y por Koica con el fin de capacitar a becarios bolivianos que viajan hasta ese país asiático con el fin de conocer los avances.

Respecto de la mecanización del agro, dijo que su país cambió los procesos de producción intensivos en mano de obra por técnicas en capital y maquinaria que elevaron la productividad agrícola.

De forma paralela, implementó el Movimiento de la Nueva Aldea, que promovía la buena voluntad del pueblo y el desarrollo de las comunidades a través de varios incentivos, como la dotación de material a bajo costo para la construcción de infraestructuras, entre ellas represas y sistemas de riego.

Estas experiencias son apreciadas directamente por los funcionarios públicos bolivianos que son seleccionados para conocer estas prácticas en la escuela coreana de Canaán.

“Es el deseo de mi Gobierno que Bolivia se beneficie con algunas de nuestras experiencias para su desarrollo. Asimismo, felicito al Gobierno boliviano por su gran esfuerzo y dedicación para alcanzar los objetivos trazados en el marco de la Agenda Patriótica del Bicentenario”, aseveró el jefe de la misión diplomática.

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