viernes, 20 de junio de 2014

AGRICULTORES INSISTEN EN EL USO DE TRANSGÉNICOS

Aseguran que tienen algunos temas pendientes con el Gobierno: la función de la FES y el uso de semillas genéticamente modificadas en tres cultivos.

Los agricultores asentados en el principal departamento productor de Santa Cruz insisten en utilizar semillas genéticamente modificadas para incrementar la producción, especialmente de alimentos. El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, dijo recientemente que en 2012 la producción de alimentos cayó en un 5 por ciento y, en la gestión pasada, en 2 por ciento, por ello justifican el uso de todas las tecnologías para ampliar la capacidad productiva.

Actualmente se permite el uso de semillas transgénicas en la producción de soya, que llegó a superar el 90 por ciento y que se exporta a países vecinos como Brasil. La Constitución Política del Estado (CPE) señala en el artículo 409 que "la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley", pero hasta el momento no hay ninguna norma sobre el particular y, según los agricultores, es una de las tareas pendientes que hay con el Gobierno.

LOS TEMAS PENDIENTES. El sector agroindustrial consideras que hay avances importantes en las negociaciones con el Ejecutivo, como el tema de la reforestación de bosques en el marco de la ley de desmontes y la legalización de la maquinaria agrícola en campo, pero también hay otros que quedan por tratar como la ampliación de la Función Económica Social (FES) y el uso de semillas genéticamente modificadas en cultivos de la soya, el maíz y el algodón. Roda dijo que “los temas pendientes por trabajar con el Gobierno es la ampliación de la FES y el uso de semillas transgénicas, entre otros. Es para nosotros importante trabajar en esto porque le van a dar a Santa Cruz y Bolivia otras perspectivas al agro para ser competitivos”.

La página digital dedicada a temas agrícolas, notiboliviarural.com, entrevistó al presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Vicente Gutiérrez, quien manifestó que en el tema de los transgénicos, específicamente en el maíz, Bolivia debería empezar a trabajar en áreas productivas y a realizar pruebas en campo con semillas genéticas. “Creo que debemos comenzar por áreas, sembrando semillas genéticamente modificadas para ver los beneficios de los transgénicos. Pero este tema debe tratarse a nivel institucional y políticas nacionales para ver las ventajas”. Argumentó que en Paraguay pasaron a sembrar maíz transgénico con cinco modificaciones y que hasta el momento la Organización Mundial de la Salud (OMS) no halló motivos para prohibir este tipo de producción a países como Estados Unidos, Brasil y Argentina.

Hay voces, sin embargo, que señalan que se trata de la apropiación sistemática e instrumental de la naturaleza, además de un instrumento estratégico de control territorial.

ACTUALMENTE HAY UN DEBATE MUNDIAL RESPECTO AL USO DE ORGANISMOS Genéticamente Modificados (OGM), que llega incluso a los insectos transgénicos, como ocurre actualmente en Brasil, donde se realizan pruebas para la liberación de machos modificados con el gen que mata a las hembras. En el ensayo más reciente, en un pueblo llamado Mandacaru, se logró una reducción del 96% en la población del mosquito del dengue, por ejemplo.

Las alteraciones. Las empresas que apoyan la producción transgénica aseguran que podría solucionar problemas como los que hay en África, por ejemplo, y en el caso boliviano se habla de aumentar la producción de alimentos. Algunos especialistas aseguran que la transgénesis altera directa o indirectamente el estado funcional de todo el genoma, frente al medio ambiente y que al hacerlo con un pedazo de ADN propio o ajeno no es fisiológico, por lo que consideran que es peligroso fomentarlo.

El director de la fundación tierra, gonzalo colque, dice que la apropiación del suelo es una forma de mercantilización.

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