domingo, 31 de mayo de 2015

Mitos y verdades sobre los transgénicos

A raíz de la Cumbre Agropecuaria se han emitido declaraciones y se han escrito artículos en la prensa con datos que muestran el poco conocimiento sobre los transgénicos, motivo por el cual es de rigor responder a las siguientes interrogantes más comunes.



¿Qué son los organismos genéticamente modificados (OGMs) o transgénicos?

En las últimas décadas se ha acuñado la palabra transgénicos para designar a una población viviente a la cual se le ha incorporado uno o más genes proveniente de otra u otras especies. Los genes son las unidades hereditarias de todos los seres vivientes, cada gene codifica un enzima que cataliza la síntesis de una molécula.



¿Los transgénicos son producidos solo por el hombre?

Definitivamente no, la naturaleza a lo largo del proceso evolutivo también ha incorporado no solo genes de otras especies sino inclusive ha combinado el genoma o todos los genes de una especie con otra, citaremos por ejemplo el trigo que consumimos en nuestro pan se cada día, posee tres genomas de diferentes especies. Inicialmente Triticum boeticum un trigo silvestre se cruzó espontáneamente con un pasto del género Aegilops, el híbrido fue estéril, como las mulas resultantes de la cruza entre el caballo y el asno, las plantas pueden recuperar la fertilidad si duplican todos sus cromosomas, de esta manera se formaron los trigos con dos genomas, estos a su vez se volvieron a cruzar con otra especie de trigo silvestre (T taschii) y formaron los trigos con tres genomas, dado lugar a la formación de los trigos panaderos. La mayor parte de las especies vegetales cultivadas han tenido su origen en la incorporación de todos los genes de especies diferentes.

En la naturaleza, a veces las especies han incorporado pocos genes de otras especies y recuperan su fertilidad mediante retrocruzamientos o cruzas repetidas con una de las especies progenitoras, el fenómeno ha sido ampliamente documentado en plantas y en animales y se denomina introgresión génica, por ejemplo el maíz que es originario de la mesa central de México, una zona con clima templado, mediante cruzamientos naturales con un pasto silvestre (Tripsacum), y retrocruzado varias veces con el maíz, ha incorporado algunos genes de Tripsacum, dando origen a los maíces con capacidad de adaptación a trópicos bajos calurosos.



¿Producen los transgénicos alteraciones en la salud de quienes los consumen?

No se conoce ningún ejemplo probado que los hombres o animales hubieran sufrido alteraciones en su salud por la ingesta de alimentos transgénicos, debido a que las legislaciones de los países donde se han formado, obligan a probar la inocuidad del gene que se incorpora, en cada caso y en todos los pasos del proceso de investigación; si hay algún gene que podría producir alergias u otros disturbios es detectado a lo largo del trabajo.

La confusión proviene del hecho que el transgénico más usado es tolerante a un herbicida llamado glifosato y por tanto el uso de este transgénico está asociado al herbicida.



¿Son todos los transgénicos resistentes al efecto del herbicida glifosato?

No, solo aquellos que llevan el gene que confiere resistencia al herbicida glifosato, generalmente los genes tienen un alto grado de especificidad de acción. Los transgénicos resistentes al glifosato son cultivados para aplicar el herbicida glifosato que controla a la mayor parte de las malas yerbas, de este modo los agricultores disminuyen los costos del desyerbe.



¿Es nocivo a la salud humana el herbicida glifosato?

Casi todos los antiparasitarios, como los insecticidas, fungicidas, herbicidas, antibióticos, etc., unos más que otros, pueden ser nocivos a la salud humana si son utilizados sin las precauciones necesarias, este es un riesgo que no está asociado a los transgénicos sino a todos los cultivos donde se usan químicos antiparasitarios, incluyendo los cultivos con variedades no transgénicas.



¿Pagamos en Bolivia derechos intelectuales a la compañía transnacional Monsanto, por utilizar transgénicos de soya?

La compañía Monsanto era la propietaria intelectual del gene que confiere tolerancia al glifosato, este gene fue extraído del acervo genético de una bacteria y también era propietaria de la patente intelectual para la fabricación del herbicida glifosato. Las patentes intelectuales tienen un tiempo de vigencia y en ambos casos ya se ha superado el periodo de protección intelectual, de modo que otras compañías pueden producir glifosato sin pagar derechos intelectuales. El glifosato que importa en Bolivia es fabricado en América Latina, sin pagar patentes a la Monsanto. Por otra parte cualquier genetista puede cruzar y formar nuevas variedades utilizando soyas transgénicas portadoras del gene que da tolerancia al glifosato sin ser considerado un acto de “piratería intelectual”, por estar vencido el periodo de protección intelectual de ese gene, de esta manera se han formado nuevas variedades de soya que son cultivadas en el país sin pagar derechos intelectuales a la Monsanto.



¿Las variedades transgénicas se pueden usar una sola vez y los agricultores están obligados a comprar cada año la semilla?

No, en el caso de las variedades de polinización abierta, estas se pueden usar todas las generaciones que se desee, como es el caso de las variedades de soya transgénica. Pero si son variedades híbridas que incrementan su producción por el vigor híbrido de la primera generación después del cruzamiento, como es el caso de los híbridos de maíz no transgénicos usados en la zona tropical del país, económicamente es conveniente comprar cada año la semilla para obtener un alto nivel de productividad, en Bolivia existen híbridos producidos por firmas internacionales y también producidos por genetistas bolivianos, por tanto se puede quebrar la dependencia intelectual internacional. Obviamente si al híbrido se le incorpora un gene de otra especie también será conveniente comprar la semilla para cada siembra, al igual que los híbridos no transgénicos.



¿Cuál es el impacto de los transgénicos en la seguridad alimentaria?

Los transgénicos pueden contribuir a la seguridad alimentaria, si el gene introducido favorece la síntesis de sustancias químicas que producen resistencia a enfermedades en las plantas, tolerancia a las sequías o mejor calidad nutritiva u otras características útiles y además debe ser inocuo para la salud. Sin embargo es necesario proteger al consumidor con una adecuada legislación para evitar casos en los cuales se incorporen genes nocivos.



¿Fuera de la agricultura se producen transgénicos para otros usos?

Por su puesto, por ejemplo a la bacteria Escherichia coli que vive en el tracto intestinal de los mamíferos, se le ha incorporado el gene humano responsable de la síntesis de la insulina, estas bacterias transgénicas se crían en grandes tanques y de ellas se extrae una insulina idéntica a la humana, que se vende en todas las farmacias del mundo, medicina que da una buena calidad de vida a los que padecen de diabetes; hace algunos años la insulina ofertada en el mercado era obtenida de animales o era sintetizada en laboratorio, estas no tenían la eficiencia de una insulina humana. De la misma manera se fabrican otros medicamentos útiles, también vacunas, y se han obtenido fermentos y microorganismos para remediaciones ambientales.

Como se ve, la técnica es una vía para obtener moléculas que por alguna enfermedad o deficiencia o por vejez una persona no sintetiza.



¿El posible incrementar la productividad en agricultura sin el uso de transgénicos?

Si, todos conocemos la agricultura convencional que no ha requerido de transgénicos para alimentar a la humanidad, aunque también es necesario admitir que con los transgénicos se puede incrementar el nivel de productividad, bajar los costos de producción y mejorar el ambiente, como el caso de transgénicos que otorgan resistencia al gusano barrenador europeo del maíz, cuya forma adulta es una mariposa, para su control antes se utilizaban enormes cantidades de insecticidas para controlar la plaga, actualmente en Estados Unidos y en Europa se usan semillas de maíz transgénico que no permiten el desarrollo de la citada plaga y por tanto han disminuido considerablemente el uso de insecticidas tóxicos. Se especuló que estos maíces podrían afectar a la biodiversidad eliminando a otras mariposas, esto no es posible si las larvas de las mariposas no se alimentan de las plantas de maíz.



¿Pueden los transgénicos reducir la variabilidad genética de los cultivos y hacer desaparecer a las variedades antiguas?

No, los transgénicos no producen una erosión genética. El uso de las variedades mejoradas sin ser transgénicas reducen la variación genética existente, pero no comprometen el futuro de la agricultura, porque la variabilidad genética actualmente se conserva en bancos de germoplasma, por ejemplo en todo el norte de Europa se siembran menos de diez variedades mejoradas de papas altamente productivas no transgénicas y producen en promedio unas 40 toneladas de tubérculos por hectárea, mientras que en nuestro país sembramos centenares de variedades de papa y producimos en promedio unas 5 a 7 toneladas por hectárea. Los agricultores de los países desarrollados siembran pocas variedades de alto rendimiento para bajar los costos de producción de los alimentos.

Se especuló que variedades transgénicas, se podrían cruzar con las especies silvestres emparentadas y podrían producir supermalezas, esta catastrófica teoría es muy poco probable y en la práctica no se ha dado ningún caso.



En los alimentos que consumimos en el país diariamente, ¿cuál es la proporción de transgénicos?

Es difícil controlar la trazabilidad de los componentes utilizados para producir alimentos, pero se puede afirmar que en las verduras, frutas y tubérculos la posibilidad de transgénicos es nula o ínfima, inclusive en los importados legal o ilegalmente. Los alimentos de origen animal como la carne, leche o huevos, en nuestro país son producidos por aves, cerdos y vacas lecheras alimentados con torta de soya transgénica. Los aceites son casi totalmente producidos a partir de la soya y quizás de girasol transgénico, La molécula producida por el gene introducido en la soya, o en el maíz que el Estado importó para mantener el precio de la carne de pollo, así como en los aceites vegetales seguramente se pierde en el proceso de industrialización o por las transformaciones en el organismo de los animales.

En cuanto a las frutas y verduras, la difusión de variedades transgénicas en el mundo ha sido prácticamente nula, debido a que las legislaciones obligan a advertir a los consumidores la presencia de genes de otras especies. Este hecho fue aprovechado por algunas fundaciones transnacionales ecologistas que han logrado despertar una fuerte corriente de opinión en contra de los transgénicos y si en algún mercado o un supermercado se ofreciera una verdura o fruta transgénica debiera llevar información visible para el consumidor, de este modo casi nadie consume el producto por la satanización de los transgénicos. Conseguir fondos para esta finalidad se ha convertido en una importante fuente de ingresos económicos para algunas entidades ecologistas transnacionales, pese a la denuncia de muchos científicos con enorme prestigio en el mundo, sobre la incongruencia de la propaganda contra los transgénicos, especialmente en países en desarrollo, por los porcentajes alarmantes de niños que padecen hambre y desnutrición en el tercer mundo y por el peligro de que estos países queden marginalizados de los usos e investigaciones en este campo y aumenten su dependencia intelectual y económica.



¿Cómo se puede evitar los riesgos por el uso de transgénicos y beneficiarse con su uso?

Es indispensable una adecuada legislación que regule caso por caso y paso por paso, la producción, importación y el uso de los transgénicos, evitando generalizaciones que nos pueden acarrear un fácil como antieconómico hecho de prohibir en vez de regular. El reto es beneficiarnos con los productos de esta nueva tecnología en el campo agrícola, médico e industrial, sin riesgos.

Someter a una consulta pública para permitir el uso de transgénicos es tan absurdo como auspiciar un referendo, por ejemplo para el uso de los aviones, porque si estos son para mejorar el transporte serán siempre bien recibidos, pero también existen en el mercado aviones con un enorme poder letal.

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