domingo, 26 de julio de 2015

Precios bajos y falta de mercado golpean al ají chuquisaqueño



El ají chuquisaqueño perdió presencia en el país y el exterior debido a la cambiante situación del precio y la fuerte competencia internacional. Productores reclaman mayor apoyo en producción, promoción y mercados, además de frenar el ingreso de ají peruano.

Lejos quedaron aquellas épocas cuando la gente pagaba hasta 350 bolivianos por la arroba de ají, pues ahora su precio no pasa de 140 bolivianos.
Jorge Soto, oficial Mayor de Desarrollo Económico de Padilla, el principal municipio productor de ajíes de Chuquisaca, identificó algunas causas para la caída del precio.

Una de ellas sería el ingreso de ají peruano a Bolivia y a precios más bajos.

"En una feria en la ciudad de El Alto participaron productores de San Julián donde está el mejor ají de Padilla que vendían la bolsa de 250 gramos a Bs 15, y justo al lado había otro stand de productos peruanos que lo entregaban en Bs 5. Esa es una diferencia abismal, eso baja el precio del ají, entonces lo que tiene que hacer el Gobierno es controlar la zona fronteriza", manifestó Soto.

La autoridad señaló que otra causa es la escasa promoción de las instituciones del Estado, pese a que en 2014 los pequeños productores de ají de Padilla recibieron del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (SENAPI) la Denominación de Origen para su producción, calificación que debía facilitarles el acceso a mercados locales e internacionales.

Añadió que también habría incidido la creciente producción de otras regiones del país donde antes no se dedicaban a esta actividad agrícola.

Desde el Chaco chuquisaqueño, otra de las regiones productoras de ají, el dirigente Freddy López, también apuntó al contrabando de ají peruano como la causa de la caída del precio, por lo que pidió tomar acciones al Gobierno.

“El problema fundamental es que ingresó mucho ají de Perú hacia Bolivia y eso hizo que desinfle el precio de nuestro ají que es de excelente calidad", dijo el central campesino de Huacareta.

Antes del ingreso del ají peruano, según López, el precio estaba en Bs 280 la arroba, pero ahora no pasa de Bs 140.

"Yo pediría a las autoridades que un poco se preocupen de esta situación y nos colaboren para ver de qué manera podemos solucionar este tema", solicitó.

Según productores del rubro, una de las ventajas para que el precio del ají sea más bajo, es que en ese país los agricultores sacan un kilo de ají seco por planta, mientras que en Padilla obtienen se obtiene un kilo de unas diez plantas.

EXPORTACIONES
La Asociación de Productores de Ají y Maní de Padilla (APAJIMPA) fue una de las primeras en ingresar a mercados del exterior del país con el ají chuquisaqueño.

Comenzó en 2010 con un despacho anual de ocho toneladas de ají a España.

"Exportamos regularmente hasta el 2012 más o menos, pero desde 2013 dejamos de exportar porque el mercado nacional subió precios (en ese entonces) ", recordó el presidente de APAJIMPA, Germán Ovando, aunque también admitió que decidieron suspender sus ventas al extranjero porque se aumentaron los requisitos para la exportación.

APAJIMPA ahora quiere volver a realizar envíos a España, considerando que el mercado internacional tiene precios "un poco más estables" que el mercado nacional.

"Estamos negociando, entre diez y 15 días vamos a tener que viajar a Cochabamba para viabilizar el acuerdo con una empresa", dijo.
Añadió que APAJIMPA actualmente está en condiciones de exportar de 400 a 700 kilos mes.

"La empresa está haciendo estudio de costos y no está pudiendo darnos los precios para ya de una vez definir si entramos a negociar o no", remarcó.

Ovando también pidió a las autoridades impulsar la industrialización del ají, promocionar y difundir las bondades del producto y buscar más clientes para hacer conocer el ají chuquisaqueño.

APAJIMPA tiene 273 socios que se dedican a la producción de ají en 28 comunidades del municipio de Padilla.

PRECIOS Y COSTO DE PRODUCCIÓN
Hace cinco años el ají chuquisaqueño llegó a Bs 350 la arroba, un precio que cayó a no más de Bs 140 en el mercado interno.

En Padilla, con ese precio (Bs 140), no todos ganan. Por ejemplo, en la zona de los valles, donde los chacos son nuevos, el costo de producción de una arroba es de 100 a 110 bolivianos. En cambio, por zonas donde hay sequía o infertilidad de los suelos, el costo de producción es de 140 a 150 bolivianos, lo que no da margen a ganancias.

ES MÁS NEGOCIO EL AJÍ MOLIDO
En Padilla antes sólo vendían ají en vaina, pero como el precio está bajo es más conveniente sacar al mercado molido, según el oficial Mayor de Desarrollo Económico Jorge Soto.

Por ejemplo, dijo que en la reciente Fiesta Nacional del Ají y Maní Chuquisaqueño realizada en Padilla, algunos expositores vendieron ají molido a un precio de Bs 450 la arroba.

Por otro lado, Padilla prevé producir este año 4.000 arrobas de ají.
Según Soto, la superficie cultivable se mantuvo, pero el rendimiento bajó por las sequías y la excesiva lluvia.

"Estamos obteniendo de 80 a 90 arrobas por hectárea, pero en los chacos sacamos de 180 a 200 arrobas por hectárea", remarcó la autoridad municipal de Padilla.

Nor Sud tiene mucho que ver con el ají

La Fundación Intercultural Nor Sud trabaja en las regiones de Chaco Chuquisaqueño y Chuquisaca Centro, apoyando a los productores asociados desde hace diez años.

Su responsable del Programa de Desarrollo Socioeconómico, Nino Calizaya, destacó que entre los principales resultados logrados está la consolidación de organizaciones de productores del rubro ají, la incorporación de elementos de autogestión (Gerencial y administrativa), participación y la gestión empresarial.

Dijo que también tuvieron que ver en el fortalecimiento de los sistemas de acopio, en algunos casos con infraestructura para acopio (Huacareta con productores indígenas); cualificación de las producciones con el cumplimiento de normas comerciales.

En los procesos internos de la transformación, destacó que incorporaron equipos y materiales de acuerdo a las normas comerciales.

Asimismo, apoyó en la búsqueda de mercados y estrategias de comercialización, con el trabajo conjunto entre varias entidades como las Misiones comerciales de Chuquisaca Centro, inclusión de elementos comerciales en las ferias municipales, trabajo que continúa realizando para apoyo y consolidación de los productores.

Las perspectivas del ají, según Proinpa

Desde el punto de vista de la Fundación PROINPA, la generación de variedades como logros recientes de la investigación, así como las prácticas para el manejo adecuado de la fertilidad de los suelos y el manejo de enfermedades pero principalmente insectos plaga, pueden mejorar los niveles de productividad a base de los resultados alcanzados en las diferentes iniciativas llevadas a cabo en el rubro del ají.

“Son los esfuerzos conjuntos que involucren a diferentes actores ligados al sector agrícola en general y al ajicero en particular, los que permitirán establecer acciones de largo plazo orientados a la conservación y uso sostenible de los recursos genéticos del ají”, sostiene el coordinador Regional de PROINPA, Cresencio Calle.

Asimismo, añade que para la sostenibilidad de la producción y un mejor aprovechamiento del ají en Chuquisaca, se debe promover la conservación de la variabilidad genética del ají, realizando acciones de conservación “in situ” con los diferentes productores ubicados en las diferentes zonas agroecológicas del Departamento. Además acompañar con colecciones de trabajo regionales, identificando a los ecotipos más promisorios en productividad y que son demandados por el mercado y las agroindustrias de transformación.

Sugieren regular ingreso del ají y otros productos

Conocedores del tema sostienen que ante el "comportamiento cíclico" de los precios del ají, que actualmente están "relativamente bajos", el Estado debe "regular" el ingreso de algunos productos de países vecinos más si son de contrabando.

"Los precios más bajos se registran en la época de cosecha, mientras que los precios más altos se registran a partir de enero hasta la nueva época de cosecha", dijo el responsable del Programa Desarrollo Socioeconómico de la Fundación Nor Sud, Nino Calizaya.

Afirmó que en 2014 los precios del ají fueron muy variables, llegaron a Bs 250 por arroba e incluso hasta Bs 280 para el ají dulce.
"Pero a partir de junio (época de inicio de la comercialización del ají), los precios bajaron hasta Bs 150", destacó.

Respecto a 2015, indicó que los precios están "relativamente bajos" entre 150 y 180 bolivianos por arroba, en tanto que el precio del ají molido (en polvo y en pasta) oscila entre 50 y 60 bolivianos por cada kilo.

El responsable Regional de la Fundación PROINPA, Cresencio Calle, coincidió con esos datos y añadió, apoyado en un estudio de mercado de 2011, que la comercialización de ajíes deshidratados genera un movimiento económico de Sus 4.885.365.

Consultados sobre el avance en la incorporación de nuevas tecnologías en la producción de ají en Chuquisaca, Calle destacó el mejoramiento de una población de plantas que se realiza con la finalidad de seleccionar ciertas ventajas agronómicas de una planta y la calidad de los frutos y que éstos sean superiores en una población de plantas uniformes que constituirán una variedad para posteriormente ser difundidos.

Por su lado, Calizaya afirmó que con el esfuerzo de varias instituciones, entre ellas Nor Sud y Proinpa, se avanzó con la incorporación de innovaciones en los diferentes eslabones de la cadena.

Citó el uso de semilla de calidad, la introducción de nuevas variedades y de insumos orgánicos para control de plagas que ya se transfirieron a los productores.

Dijo además que se continúa con la innovación en el proceso de secado para reducir las pérdidas de poscosecha, así como en la producción de platines en vivero.

Mencionó el caso del municipio de Azurduy, donde gracias al apoyo de la Alcaldía al sector productor de ají, se subió los volúmenes de producción y rendimientos, además de mantener su fertilidad, a partir de la incorporación de corrales itinerantes para fertilización natural de los suelos.

Respecto al producto peruano, que sería una de las causas para la crisis del ají boliviano, Calizaya dijo que mientras no se tengan medidas para regular el ingreso de productos de países vecinos, seguirá entrando el ají así como está ocurriendo con el amaranto, otro alimento cuyo precio también cayó dramáticamente.

Datos y cifras del ají

Lo que produce Bolivia. No se tienen datos oficiales del volumen producido en la presente gestión, sin embargo según varias fuentes en Bolivia se producen alrededor de 2.100 toneladas.

El aporte de Chuquisaca. El Departamento es el primer productor del país, aportando entre el 85 y 90 por ciento, principalmente de ajíes rojos de diferentes grados de picor; dulces, semipicantes y picantes.

Rendimientos por regiones. El rendimiento promedio en los valles de Chuquisaca es de 100 arrobas de ají en vaina por hectárea, pero en el Chaco este rendimiento supera las 150 arrobas por hectárea.

Precios por arroba y kilo. Los precios están entre 100 y 180 bolivianos por arroba. Los productos derivados en Chuquisaca tienen que ver con el ají en polvo y ají en pasta; el kilo se vende a Bs 50.

Regiones productoras. En el Departamento se distinguen dos regiones productoras; una es la de los valles mesotérmicos en Chuquisaca Centro y la región subandina del Chaco chuquisaqueño.

Municipios productores. Chuquisaca Centro: Padilla (17.8%), El Villar (8.3%), Alcalá (3.5%), Azurduy (3%), Villa Serrano (4.7%), Sopachuy (1.1%) y Tomina (2.3%). El Chaco: Monteagudo (23.3%), Huacareta (16.6%) y Muyupampa (14.2%). En localidades de los Cintis 4.6%.

Familias involucradas. Existen aproximadamente 4.500 familias que se dedican al cultivo del ají en el país, de las cuales 3.440 corresponden a Chuquisaca que siembran aproximadamente 1.688 hectáreas.

Demanda nacional. La demanda a nivel nacional llega aproximadamente a 4.000 toneladas de ají al año destinado principalmente a la industria de alimentos y consumo al detalle.

Ají peruano. En términos de mercado el 53% aproximadamente del ají consumido tiene origen peruano, producto que penetró y se consolidó en el país, la importación se realiza bajo la forma de frutos secos en vaina triturados y/o pulverizados.

Productos transformados. Se puede encontrar ají rojo y amarillo dulces; ají rojo semipicante y ají picante en las marcas de Pajumoto, Asovita, Apajimpa, San Mauro, entre otras. Están en etapa de prueba salsas picantes.

Exportaciones de Chuquisaca. Ya se exporta aunque en pequeñas cantidades a España, los principales demandantes en ese país son los bolivianos migrantes. Además de la experiencia de APAJIMPA, Asovita hace esfuerzos por exportar a Estados Unidos y España, mercados a los que ya envió muestras.

Variedades desarrolladas. En Chuquisaca Centro la “CITACE-2011” y “TACECI-2011”, en el Chaco chuquisaqueño la "Chicotillo del Pedernal", un ají de tipo picante y la variedad "Huacareteño" variedad conocida por su bajo grado de picor por lo que comercialmente está catalogada como ají dulce.

Recuadro elaborado en base a datos proporcionados por Proinpa y Nor Sud, instituciones no gubernamentales que trabajan con el rubro en Chuquisaca.

Limitaciones

Las principales limitaciones en los diferentes eslabones de la cadena del ají son los siguientes:

• Limitado acceso a mejores variedades y de alta calidad.
• Presencia de insectos plaga; mosca del ají. (Neosilba spp y Lonchaea spp)
• Presencia de enfermedades; mal de almácigo (Damping off) y roya (Puccinia paulensis).
• Pérdidas en pos cosecha por inadecuado secado y almacenado.
• Limitada asistencia técnica.
• Comercialización individual.
• Falta de mecanización.
• Falta de riego
• Inestabilidad de la oferta.
• Baja calidad del producto
• Comercialización poco organizada
• Pocas iniciativas de transformación

(De acuerdo con Proinpa y Jagûer et al)

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