domingo, 20 de diciembre de 2015

Devaluación del peso argentino amenaza a la producción local



La devaluación de la moneda argentina para el ciudadano boliviano de a pie es vista como una gran oportunidad para visitar el vecino país, pero la gran desventaja está en que la baja del peso motivará a que el contrabando de un sinfín de productos sature el mercado nacional y esto vaya en desmedro de la limitada producción boliviana.
Aunque muchos consideren que el vecino país se encuentra extremadamente barato, la realidad no es tan así, porque la inflación en el costo de los servicios se ha triplicado.
El economista Víctor Hugo Figueroa aseveró que no sólo Tarija con sus dos ciudades fronterizas se verá afectada por el contrabando de productos argentinos, sino que el mercado nacional en su conjunto.
“Van a ingresar productos más económicos que la industria nacional y local –manifestó Figueroa–. Eso va a generar un efecto en el país”. Es posible que en 2016 los cambios monetarios en torno al peso comiencen a registrar bajas, de momento se prevé que este se mantenga en las cotizaciones de 0,47 centavos.
La percepción del economista fue ratificada por el presidente de la Cámara Agropecuaria de Oriente (CAO), Julio Roda, en declaraciones a la agencia EFE, quien lamentó que “los productos argentinos van a inundar el país”, disputando el mercado interno a los productos locales, que ya tienen un precio menos competitivo.
Según las medidas anunciadas por el Gobierno argentino esta semana, los impuestos a la exportación de soja pasarán del 35 % al 30 %, en tanto cereales como el trigo, maíz y cebada, entre otros cultivos, quedan exentos de retenciones.
El alcalde municipal, Rodrigo Paz, también se refirió a la situación en Argentina e indicó que en su gran mayoría el cambio entre el boliviano al peso era efectuado en el marco de un mercado negro y no la cotización oficial.
“Lo que ha hecho el Gobierno argentino es reconocer que hay un doble cambio –mencionó Paz–. Se tendrán que tomar otras medidas para que esta devaluación no genere un proceso inflacionario para los argentinos”.
El dólar bajó 40 centavos en Argentina para cerrar en 13,60 pesos y recortó ligeramente la fuerte devaluación del peso de casi 30% que registró el miércoles al liberarse el mercado de cambios. Esta devaluación supera a la de 2002 cuando el colapso del sistema financiero provocó un estallido social tras el fin de la paridad cambiaria que existió entre 1991 y 2001.
Aunque algunos operadores indicaron que todavía no se normalizaban todas las actividades por la implementación del sistema, hubo un poco más de actividad cambiaria en bancos y casas de cambio con respecto al jueves.
El levantamiento del “cepo”, como se denominaban a los controles de cambios derogados por el presidente argentino, Mauricio Macri, fue cuestionado por los líderes opositores. “No es levantar el cepo, es devaluación y pérdida del poder adquisitivo del salario”, afirmó el líder del bloque de diputados de centroizquierda Héctor Recalde.
Mientras que economistas y analistas consultados por la Agencia France-Press (AFP) creen que es una decisión correcta, que sin duda tendrá un duro costo en el trabajador durante el primer trimestre de 2016 con proyecciones de recuperación a finales del mismo año.

Las casas de cambio se niegan a dar información

Las casas de cambio ubicadas en la calle Bolívar se resisten hablar con los medios de comunicación. El País eN intentó conversar con las personas que a diario realizan cambio de moneda, pero las respuestas fueron parcas. Diversos clientes manifestaron sus quejas por la limitación en la venta de pesos argentinos debido a la inestabilidad de la moneda. Hasta hace un mes ésta se encontraba para la venta en 0,43 centavos y ahora subió a 0,47

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