martes, 31 de mayo de 2016

Pulpas Abuná, rescate del asaí, joya de salud y economía

¿Asaí? Es la fruta del palmito, considerada como uno de los 10 alimentos más saludables del mundo, y, sin embargo, en el país le damos poco valor, pese al potencial en la Amazonía boliviana.

Éste es el caso de la comunidad 1º de Mayo, del municipio de Santa Rosa de Abuná en Pando, que hasta hace poco más de un año cosechaba la fruta para venderla a 1,50 bolivianos el kilo a empresarios que se llevaban el fruto a la población brasileña Plácido de Castro, donde varias factorías aprovechan la materia prima boliviana.

Hace un año, unas 30 familias de la mencionada comunidad dieron vida a la Asociación Integral de Cosechadores, Productores y Transformadores de Frutos del Abuná (Asicopta). Pusieron en funcionamiento su planta procesadora de asaí y lanzaron al mercado el producto bajo la marca Pulpas Abuná.

En la nueva situación, además, las 30 familias afiliadas pasan de ser sólo productoras y proveedoras a socias y, en algunos casos, incluso empleadas de la nueva empresa colectiva, que actualmente funciona con 16 trabajadores, distribuidos en dos turnos, según explicó el administrador de la planta, Edwin Paz.

Asimismo, la nueva empresa subió el precio de compra a 2 bolivianos el kilo de asaí (50 centavos más que lo que se vendía en Brasil). Eso, además del porcentaje de participación de las utilidades que tendrían los socios, se ha convertido en una gran promesa de superación económica para los productores.

Sin embargo, no todo fue fácil, pues los logros alcanzados a la fecha son fruto de años de trabajo y perseverancia, comenzando por la toma de conciencia del potencial nutritivo y económico de la fruta. En 2010, el municipio de Santa Rosa de Abuná había proyectado la construcción de una planta de pulpas, pero por diversos problemas, el proyecto quedó en obra gruesa.

Después llegaron las fundaciones FAN y Heifer, que apoyaron a la comunidad en la instalación de los equipos, además de la organización y capacitación técnica y administrativa del personal, con lo que la empresa dio un salto gigantesco. Asicopta nacía en abril de 2015 y en septiembre del mismo año se ponía la planta en funcionamiento.

Los socios se encuentran actualmente en campaña para catapultar su producción y comercialización mediante dos objetivos inmediatos. El primero, construir una cámara de frío de unas 20 toneladas de capacidad, pues a la fecha se cuentan con un par de frigoríficos con capacidad para algo más de una tonelada. El segundo: consolidar el registro sanitario del Servicio Nacional de Inocuidad Alimentaria (Senasag). Para este fin de semana, se esperaba la segunda visita de esta instancia de Gobierno, con lo que la extensión del registro ya es sólo cosa de trámite, y el producto podría llevarse al resto del país.



"Antes, todo el asaí se iba a Brasil; ahora, parte se procesa en Bolivia"



PRODUCCIÓN

• La comunidad 1º de mayo tiene plantaciones de asaí, que llegan a las 4.000 hectáreas.

• La comunidad produce un promedio de 150 toneladas del fruto por año.

• Con todo, Pulpas Abuná llega a captar sólo 10 por ciento de la producción de la zona. El resto sigue yéndose a Brasil.

• En Brasil, el kilo se compra a 1,50 bolivianos. Asicopta paga 2 bolivianos, y el kilo de pulpa se vende a 20 en la misma comunidad y a 25 en Cobija.

• La factoría procesa un promedio de 256 kilos por turno.

• Para lograr un kilo de pulpa con 14 por ciento de solidez se requiere 2,5 kilos de fruta.

El número de contacto en Pando es 74772420.

Se pretende llegar al resto del país mediante la empresa Exótico y Silvestre, que, además, promociona la venta y consumo de la fruta. El contacto en Cochabamba es Jenny Pimentel (71305110) y en Santa Cruz, Zarina Méndez (72185938).



CERTIFICACIONES

• La fábrica Pulpas Abuná, de Asicopta, en la comunidad 1º de Mayo de Pando, cuenta con dos despulpadoras de 20 kilos cada una, mesa de lavado del fruto de acero inoxidable, mesas de empaque y acondicionamiento, dos frigoríficos con capacidad de 600 litros, un equipo de filtrado de agua, balanza para el pesaje y envasado de la pulpa, sujetos a Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).

• Todo esto se logró gracias al apoyo del municipio de Abuná, y las ONG FAN y Heider.

• La planta cuenta también con un certificado de Laboratorios Lidiveco de Cochabamba, que avala que el agua empleada procede de vertiente y que es totalmente apta para consumo, según consta en análisis enviados a este medio.

• Senasag realizó este pasado fin de semana su segunda visita, para verificar las normas de producción, por lo que el registro sanitario está a un paso de lograrse, lo que le permitiría su ingreso a supermercados y la oferta en otras ciudades del país.

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