lunes, 2 de mayo de 2016

“Rumi Tanpu” trae al mercado hongos para suplir la carne animal por vegetal


La Organización Comunitaria Emprendedora de Producción Ecológica “Rumi Tanpu”, un emprendimiento iniciado por cuatro jóvenes de Pisili, municipio de Tarabuco, ofrece la opción de variar las comidas con un suplemento de carne vegetal, los hongos comestibles. Se trata de un producto sano, sin grasa, bajo en calorías, rico en contenido mineral y con un gran poder curativo. Es ideal para los veganos.

Julián Chambi, miembro del pueblo indígena originario Pisili, explica a CAPITALES que los hongos comestibles son un excelente suplemento alimenticio, sano y natural, que reemplaza a la carne. Tienen fibra y carecen de ácido úrico y colesterol.

Sirven para tratar la diabetes, el cáncer y los tumores. “La gente que viaja a otros países es la que más conoce sus propiedades; los demás, muy poco. Los que sí saben de sus propiedades son los veganos”, enfatiza Chambi.

En su criterio, se debe socializar mucho este producto. En ese sentido, cuenta que suelen hacer degustaciones de uno de los platos más fáciles de preparar: los chicharroncitos de hongos. “Solo se tienen que remojar y saltear en aceite caliente”.

Hoy Rumi Tanpu tiene más de 200 mil plantas distribuidas en unas 500 hectáreas de reforestación. En la mitad de esa superficie se producen hongos comestibles desde hace tres años. En 2015 deshidrataron más de 2.000 kilogramos, en 2016 2.300 kilos. El precio de la arroba esta en Bs. 300.
Distintas calidades

Chambi explica que tienen productos de tercera, segunda y primera calidad, de una sola variedad de hongo. Están a punto de ingresar al mercado con el escabeche de hongos.

Hay beneficiarios directos e indirectos. Los primeros son 12 familias que realizan una deshidratación de calidad y los indirectos, más de 100 familias de Tarabuco. Cada una cosecha entre 100 y 200 kilos de hongos al año.

“En el futuro queremos llegar a toda Bolivia y, si es posible, a otros países también”, comenta.

Su historia
Julián Chambi y tres compañeros estudiaron a distancia Gestión en Desarrollo Rural, en la Universidad Nur de Santa Cruz. Allí aprendieron cómo la gente del campo puede generar desarrollo en su lugar de origen y respetando el medio ambiente.

Hace tres años que se dedican a la producción de hongos forestales, pero antes tuvieron que reforestar y plantar pinos, para que se dé una simbiosis entre los hongos y el pino.

En el invernadero introducen “micorriza” a las bolsas de las plantas de pino que llevan a los cerros y allí crecen los hongos. La micorriza define la simbiosis entre un hongo ‘mycos’ y las raíces ‘rhizos’ de una planta: el hongo obtiene de la planta hidratos de carbono y vitaminas que él, por sí mismo, es incapaz de sintetizar y la planta recibe del hongo principalmente nutrientes, minerales y agua.

Con este fin se contactaron con PLAFOR, intensificaron la deforestación y plantación de pinos y a los tres o cuatro años vieron aparecer los primeros hongos.

Chambi recuerda que a un principio la gente llegaba, compraba los hongos en bruto y se iba; ellos no sabían qué tipo de uso le daban. Entonces, viajó a varios países para ver qué hacían con este producto y así se enteró del sinfín de beneficios que ofrecen los hongos.

Más de la organización “Rumi Tanpu”
Desde 2015 cuentan con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Rural, mediante el programa Acceso, que les ayuda con la promoción de su producto.
Este año alaborarán galletas con hongos.

Por el momento —pese a que tienen pedidos de supermercados y tiendas— la promoción y venta se realiza solo a través de ferias y pedidos directos. Están tramitando su registro sanitario.

Los precios de los hongos van desde 4 a 20 bolivianos, dependiendo de la cantidad de gramos.

Para hacer pedidos se puede llamar a los números 74455180, 72884477 y 73441937.

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