jueves, 21 de julio de 2016

Productores de los valles Bajo y Central riegan con aguas servidas

Ante la sequía y el cierre de las compuertas de la represa de La Angostura, productores de los valles Central y Bajo de Cochabamba utilizan aguas servidas para regar hortalizas, alfalfa y maizales, admitió, ayer, el gerente de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riegos (AUSNR) número 1, Manuel Rocha.

“Hemos dejado de regar y si queremos hacerlo estamos pagando por bombas para utilizar aguas servidas en algunos sectores”.

Esto ocurre en lugares como La Maica, en la zona oeste de la ciudad de Cochabamba, y en Quillacollo. Ahí utilizan agua del río Rocha, que tiene más de 130 contaminantes, según la Unidad de Medio de Ambiente de la Gobernación.

Para no perder sus cosechas, los productores invierten hasta mil bolivianos por hectárea por el alquiler de bombas para extraer las aguas del río Rocha.

En Cochabamba hay más de 5.800 regantes que se benefician de las aguas de La Angostura y corresponden a los municipios de Cochabamba, Colcapirhua, Tiquipaya, Quillacollo y Vinto. Rocha detalló que el 50 por ciento de los productores cultiva alfalfa, el 45 por ciento tiene maizales y el restante 5 por ciento hortalizas y tubérculos.

RIESGOS El riego de cultivos con aguas residuales representa un alto riesgo para la salud de los consumidores. El médico gastroenterólogo Jorge Camacho advirtió que el consumo de productos contaminados ocasiona infecciones gastrointestinales, salmonella, fiebre tifoidea, parásitos, amebas. Para evitar estas afecciones, recomendó desinfectar los productos con antisépticos o vinagre.

“La mayoría de la gente, con la falta de agua que hay en Cochabamba, hace un lavado muy superficial”.

POZOS Ante la falta de lluvias y el cierre de La Angostura, los regantes se declararon en emergencia. Para minimizar los efectos de la sequía, algunos optaron por perforar pozos.

Rocha dijo que tuvo que cavar un pozo de ocho metros de profundidad. Tiene un terreno de dos hectáreas en el distrito 9, zona de La Tamborada. El agua solo le alcanza para regar 600 metros cuadrados de alfalfa, que corresponde a menos de una décima parte de sus tierras.

“Con tubería de dos pulgadas el riego aguanta una hora y media. Tengo que regar pedazo por pedazo, no hay más”.

AGOSTO Pese al bajo nivel del caudal de la represa, los regantes comenzaron a limpiar los canales, porque están convencidos de que en agosto se abrirán las compuertas de La Angostura.

En abril pasado, tras un conflicto entre municipios del Valle Alto y regantes, se cerraron las compuertas.

El gerente de la AUSNR dijo que el convenio fija agosto como fecha para abrir la presa. “Si no se riega con esas aguas estaríamos perdiendo el 100 por ciento del forraje”.

Sin embargo, la secretaria de Protección de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, sostuvo que antes de abrir La Angostura se tiene que hacer una evaluación de los niveles del líquido.

Apuntes

El debate de los 70 centímetros

Para la Asociación de Regantes está claro que el nivel mínimo de aguas para mantener La Angostura es de 0.70 metros y en la actualidad hay 1.79 metros, por lo que no ven objeción en enviar el turno de riego en agosto. Para la Gobernación, este es otro de los temas que considerará la comisión.

La necesidad

Las hortalizas requieren riego una vez a la semana y la alfalfa dos veces al mes.

Maíz choclero

Los productores evitaron sembrar maíz choclero esta gestión, por la falta de agua para el riego. Si bien no invirtieron en la siembra, no habrá cosecha. Solo en abril, este sector se vio afectado en 1.600 hectáreas de maíz forrajero.

Canales con basura y sedimentos

Los regantes denunciaron que los canales de riego están llenos de basura y sedimentos que luego tienen que limpiar, pese a que la basura se genera en la ciudad de Cochabamba.

Ayer, los canales situados en la zona sur de la ciudad tenían tal cantidad de basura que no era posible ver el fondo de los revestimientos de cemento.

La Asociación de Usuarios de Riego de La Angostura cuestionó que existan torrenteras conectadas a los canales.

La Alcaldía les dotó una volqueta que es insuficiente para todo el trabajo. Manuel Rocha informó que cada año gastan entre 80 mil y 100 mil bolivianos para los trabajos, incluido el uso de un tractor. Las labores se dificultan en zonas como la avenida Mártires de la Democracia, porque el canal está embovedado.

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